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Elbert Hubbard: No tome demasiado en serio la ...

No tome demasiado en serio la vida. Nunca saldrás vivo de ella.

Elbert Hubbard

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La mayorÃa de los niÃ±os - SÃ© que lo hice cuando era un niÃ±o - fantasean con otra pareja de padres. O fantasear sin padres. No le dicen a sus padres reales de eso - que no quiere decirle a mamÃ¡ y papÃ¡. Los niÃ±os llevan una vida muy privada. Y yo era un niÃ±o tÃpico, creo. Yo era un mentiroso.

La liberaciÃ³n es un horizonte siempre cambiante, una ideologÃa total, que no puede cumplir sus promesas. Tiene la cualidad terapÃ©utica de proporcionar rituales carga emocional de la solidaridad en el odio - es la anfetamina de sus creyentes.

Â¿Sabes lo que me lo mÃ¡s feliz que he estado ha hecho? Ver a mi hijo y hija egreso de la universidad. MÃ¡s que querer a ser educado, yo querÃa que fueran buena gente. Para ver que se han convertido tanto es una cosa maravillosa.

El orgullo es la respuesta a la capacidad personal de alcanzar valores, el placer que se obtiene de la propia eficacia. Y es eso lo que los mÃsticos consideran malvado. Pero si el estado moral adecuado para el hombre es la duda, la inseguridad, el miedo, y no la confianza, la seguridad en sÃ mismo y la autoestima; si su meta ha de ser el sentimiento de culpa en lugar del orgullo, entonces su ideal moral es una mente enferma y los

neurÃ³ticos y psicÃ³patas son los mÃ¡ximos exponentes de la moral, mientras que los que piensan y los que logran sus objetivos son los pecadores, aquellos demasiado corruptos y arrogantes para encontrar la virtud y el bienestar psicolÃ³gico en la creencia de que son inadecuados para existir. La humildad es, necesariamente, la virtud bÃ¡sica de una moralidad mÃstica, la Ãºnica posible para quienes han renunciado a la mente. El orgullo debe ser ganado; es la recompensa al esfuerzo y al logro. Pero para alcanzar la virtud de la humildad solo es necesario abstenerse de pensar; no se requiere otra cosa, y uno no tardarÃ¡ en sentirse humilde.