Pese a la relativa apacibilidad de los austríacos, no me parece en absoluto inconcebible que, llegado el caso, se los pueda azuzar a cometer actos brutales y sangrientos.
Arthur Schnitzler
La gente te pide críticas, pero en realidad solo quiere halagos.
Hoy no se fía, mañana sí.
Mis pensamientos son montes, mares, selvas, bloques de sal cegadora, flores lentas.
La ausencia amarga mi corazón al recordar el panal de miel de tus besos en mis labios.