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Poemas de garcia marques ( 2 )

Poemas de garcia marques. Encuentra docenas de poemas de garcia marques con fotos para copiar y compartir.


¡Pavonéate al sol si quieres
que en tus sombras te retuerces,
si osas de la virtud la palabra en tu boca,
será fétido aliento pronunciado!


Claudia Lorena García Lara


" Te diré "

Te diré que no hay distancias,
te diré que mi alma en las noches
escapa del espacio y del tiempo para encontrarte,
la Luna es mi cómplice eterna
su brillo está en tus ojos,
tienes ese encanto al que mi corazón accede.

Celoso estará el mar
por saber la forma en que te quiero,
y el aire mi fiel compañero
toma mi mano para llevarme hacia tí,
para hablar a tu oído mientras duermes,
para cuidar tus sueños.

Sueña,
sueña dulce tierno mío
mientras acaricio tu cabello
con la suave brisa del viento,
y con un beso de fuego eterno
besaré tus anhelos.

¡Y de nuevo te diré que te quiero!


Claudia Lorena García Lara




Sonar con el hombre perfecto es como sonar con algo imposible, es que realmente no somos perfectos, solo tenemos cualidades que nos hacen brillar como personas. Si me pidieran describir al hombre perfecto te diria que alguien responsable, alagador, sabio, un hombre que actuar es sumejor idioma, que su obra es algo que se termina. El hombre perfecto sonrie ante la vida, no le teme a nada , es seguro de si mismo, le huye a la mediocridad, es companero, amigo, es esposo, es padre, es hijo.
Pero si me preguntasen cual es tu hombre ideal, te contestaria "Aquel con quien pueda tener infinitas horas de conversacion, ese es mi hombre perfecto"


Liliana Garcia


Deseo

Solo tu corazón caliente,
y nada más.

Mi paraíso un campo
sin ruiseñor
ni liras,
con un río discreto
y una fuentecilla.

Sin la espuela del viento
sobre la fronda,
ni la estrella que quiere
ser hoja.

Una enorme luz
que fuera
luciérnaga
de otra,
en un campo
de miradas rotas.

Un reposo claro
y allí nuestros besos,
lunares sonoros
del eco,
se abrirían muy lejos.

Y tu corazón caliente,
nada más.


Federico García Lorca


El amor entre mas lejos lo tengas. ,seguira siendo amor.
El amor entre mas cerca lo tengas. ,seguira siendo distancia....


ISMAEL GONZALEZ GARCIA


yo queria darte mi vida, pero eso es imposible
porque mi vida es prestada, lo único que yo puedo darte es ,el tiempo que me la presten.........


ISMAEL GONZALEZ GARCIA




Calles

Calles de una ciudad que desconozco
con poca gente y viento y lluvia gris.
Espero a quien no llega mientras altas
se encienden luces en ventanas solas
y una mujer pasea en una esquina.
Hay ojos que me miran un instante
y no saben leer palabras que no digo:
"Dame otro nombre, cambia mi destino".

De "Autorretrato de desconocido" 1979


José Luis García Martín


Canción Amarga

En la cara lleva
tres años perdidos
y el frío de las seis de la mañana.

Van a partirte el corazón.
De pronto
la luz apagada,
los pasillos turbios,
la puerta que clava su ruido en la espalda.

Van a partirle el corazón.
Y arrastra
una cadena oscura
de pasiones heladas,
ese frío que cabe solamente
detrás de una palabra.

Y yo la veo caminar,
despacio,
perderse en lo que anda,
fugitiva tristeza que va y viene
de la sombra a la puerta de mi casa.

La luz artificial deja en la calle
el temblor silencioso
de tres barcas ancladas.

cuando ella cruza por mi lado siento
como un golpe de remos
y un murmullo de agua.


Luis García Montero


Reminiscencias

Amor que no devasta no es
amor. Lees a Omar Jayyam en esta
plaza de bronce y de palomas
aún con olor a oriente y desventura.
(Una vez amé, creí que me amarían,
y no fue así; eso es todo. )
Acepta su patética
invitación a la vida, aférrate
al instante que huye, sacude
tanta apagada y vil tristeza,
la ceniza que mancha tus ropas
todavía inocentes, deja
que el amor y el azar levanten fortalezas
de viento y las deshaga el viento
una y otra vez...
Pero tú
no me oyes. Mientras
un duro terrón de tedio
se deshace en la taza de café
(Hoy no hay nadie a quien no envidie
solo por no ser yo), en un rincón paciente
de A Brasileira esperas
que la vida se siente en la silla vacía.

De "Tinta y papel" 1985


José Luis García Martín




A Tu Orilla

A tu orilla he venido. Tengo un otoño, un pájaro
y una voz desusada. Tú me esperas: un río,
una pasión y un fruto. Y tiene nuestro encuentro
el vuelo, la corriente, seguros, proclamados.

He venido a tu orilla con los brazos tendidos
y ahora ya soy la hierba que no termina nunca,
el barro donde el agua sujeta sus mensajes
y la cuna del cauce para mecer tu sueño.

Dime si estoy pendiente de mi diario trabajo,
si basta a tus oídos mi tristísimo verso
o si a mi sombra vive mejor mayo tu carne.

De tu orilla me iría si ahora me dijeras
que te amo solamente como los hombres aman
o que mi voz te suena como todas las voces.


José García Nieto


Secreto

Nos pusimos de acuerdo.

Yo esperaba sin prisa por la esquina,
me hacía el despistado,
hablaba con el niño y los borrachos,
encendía un cigarro o compraba el periódico.

Aparenté no verte
llegar casi sin prisa,
arreglarte un momento en el descapotable,
abrir la puerta,
subir hasta el segundo.

Yo despisté al portero de las barbas rojizas,
y allí,
sin los silencios
del joven que se enfrenta,
sin tu arbolado anillo de goleta
que surca el matrimonio,
a pesar de tus pieles y mi piel,
nos pusimos de acuerdo.


Luis García Montero


El Baile

Porque tu pie no es árbol, sino vuelo,
paloma desmandada, extenso ramo,
la nota más viajera a tu reclamo
solucionó lo grávido del suelo.

Porque tu pie volaba por el cielo
con peso de sonoro miligramo,
la nota más viajera, como un gamo,
buscó lo forestal del violoncelo.

Y, entonces, fue la música. El Danubio
sonaba por un vals, y un gnomo rubio
danzaba entre los vuelos del vestido.

Tu pie giró al impulso de la orquesta,
y en los bosques de Viena una ballesta
fue preparada para herir lo herido.


Ángel García López


Se Descalzan Los Días

Se descalzan los días
para pasar de largo sin que nos demos cuenta.
Son casi despedidas, casi encuentros
-felices pero incómodos-
de cuerpos que se miran
y que aplazan la cita.
Aunque detrás,
suelen quedarnos huellas que no son los recuerdos.

De aquel jardín inculto yo conservo
el hombre que venía a desearte,
a caminar sin ti,
silvestre y solo.
Porque de ti le hablaban las adelfas,
con sus ramas difíciles como muchachas jóvenes,
y las palmeras altas igual que tu desnudo,
y aquel cielo corrido
que buscaba
la luz con que el amor te distingue los ojos.

No envejecemos nunca. Tal vez no envejecemos.

Y ahora puedo decírtelo,
cuando tú me recuerdas las adelfas,
y tu desnudo en arco dibuja una palmera,
y los ojos se nublan
sobre el jardín silvestre de los enamorados.

Tal vez no envejecemos. O es acaso que el tiempo
se quitó los tacones para no molestarnos.
O es acaso el deseo
que camina en los labios todavía descalzo.


Luis García Montero




Jardín

La sonrisa apagada y el jardín en la sombra.
Un mundo entre los labios que se aprietan en lucha.
Bajo mi boca seca que la tuya aprisiona
siento los dientes fuertes de tu fiel calavera.

Hay un rumor de alas por el jardín. Ya lejos,
canta el cuco y otoño oscurece la tarde.
En el cielo, una luna menos blanca que el seno
adolescente y frágil que cautivo en mis brazos.

Mis manos, que no saben, moldean asombradas
el mármol desmayado de tu cintura esquiva;
donde naufraga el lirio, y las suaves plumas
tiemblan estremecidas a la amante caricia.

Sopla un viento amoroso el agua de la fuente...
Balbuceo palabras y rozo con mis labios
el caracol marino de tu pequeño oído,
húmedo como rosa que la aurora regase.

Cerca ya de la reja donde el jardín acaba
me vuelvo para verte última y silenciosa,
y de nuevo mi boca adivina en la niebla
el panal de tus labios que enamora sin verlo,
mientras tus manos buscan amapolas de mayo
en el prado enlutado de mi corbata negra.


Pablo García Baena


Anomalía

No paseo. Ni ando. Voy a casa.
Cayó del monedero el bono-bus
y tengo cinco duros. Ni para
cerveza me queda. Te amé
escrupulosamente. Iba
a charcuterías y te invitaba
a cenar. Eso era una muestra
evidente de mi ternura. No
tengo nada. Nada.

1993


Concha García


Desde La Sala de Estar

porque en algún lugar tiene que situarse una
o en alguna parte, a veces
en la sala, otras en un recuento
de días y noches como bolas mágicas
sin contenido especial
bolas redondas y chatas en los extremos.


Concha García


Repetido En Las Cajas de Las

repeticiones, mis vacíos
martini, otra vez el sol.


Concha García


Elogio Del olvido

¿A qué grabar un nombre en las paredes,
manchar con torpes trazos la blancura
deslumbrante, impoluta, de la nada?
¿A qué este vano empeño de ir dejando señales,
de escribir en la arena, a resguardo del viento,
las triviales miserias que conforman tu vida?
Sobre las tercas líneas que dibujan un rostro
ha de pasar la mano piadosa de los años
borrando letras, sílabas, palabras sin sentido.
El papel en que escribes volverá a estar en blanco.
¿Y habrá dicha mayor que no haber sido?

De "El pasajero" 1992


José Luis García Martín


Normas

I
Norma de ayer encontrada
sobre mi noche presente;
resplandor adolescente
que se opone a la nevada.
No pueden darte posada
mis dos niñas de sigilo,
morenas de luna en vilo
con el corazón abierto;
pero mi amor busca el huerto
donde no muere tu estilo.


II
Norma de seno y cadera
baja la rama tendida;
antigua y muy bien nacida
virtud de la primavera.
Ya mi desnudo quisiera
ser dalia de tu destino,
abeja, rumor o vino
de tu número y locura;
pero mi amor busca pura
locura de brisa y trino.


Federico García Lorca


Lastres

Canta el mar a mis pies, canta y resuena,
y dice su mensaje apresurado
hasta escalar la soledad del prado
donde otra playa de verdor se estrena.

Se ve en la hondura el oro de la arena,
la sangre de la ola, en el tejado,
ya allá, el azul del cielo, traspasado
por la niebla que al monte se encadena.

Amor del que nací, vuelve y empieza
de nuevo donde surge la belleza
y hace jugoso todo cuanto toca.

Corazón enredado, sal si puedes,
o besa entre los hilos de estas redes
la misma sal de aquella antigua boca.


José García Nieto


Retrato Fingido

Algo de gozo, nunca un latido constante
y la forma de cerrar las ventanas
en un corredor resentido. Parece liviana.
Cuando surge de broches y maquetas es aún
silenciosa, turulata y cambiante
en recorridos viscosos. Parece loable:
sacrifica partículas con un tenaz
balbuceo entre toallas y peines.
Es yerta y fría: poco tocable. Se siente
masticadora enervante y poco lucrativa
si le deja la lluvia panorama distinto.
Descorre camino muy punzón si salida
es tener hipo con asco o si mira,
con un deshilvanado interés, la espalda
de una gruesa mirada comedora
de ornamentados alfajores. Recorre su tez
con los dedos; es larga la costumbre
de poner intervalos. Perdona si sabe.
Dice que nunca se exalta y es brava
la forma de no acentuar en absoluto
las sílabas. Tampoco mora.
Ni habitaría.

1987


Concha García


Telón

Has jugado. Has perdido. Sonríes
con desgano y desdén a la vida.
Como el mendigo que una vez fue rey,
sereno arrastras por la calle sola
el desgarrado manto de la noche.

De "Tinta y papel" 1985


José Luis García Martín


Besarte No Es Amor

Besarte no es amor, es irte oliendo
igual que huele el macho a su collera;
es saberte paloma mensajera
al gavilán las alas abatiendo.

Besarte no es amor, es ir pidiendo
besana donde hundir mi sementera;
es ser igual que el toro en la pradera
huyendo de la hembra y embistiendo.

Igual que el ciervo oculta el baluarte
donde el celo resiste y le reclama,
así mi boca llega hasta tu boca.

Porque besarte entonces, no es besarte.
Es dejar en los labios la proclama
donde la sangre asusta de tan loca.


Ángel García López


Al Acecho

¿No oyes sus jadeos? Cada vez
yo los oigo más cerca: solo,
contigo, en medio del verano,
entre los gritos de la multitud,
junto al fuego, en invierno,
con un hermoso libro,
en el crujido de la nieve,
en el estruendo de la lluvia,
cuando enciendo las luces de mi casa,
cuando el mar, cuando llegas,
cuando alargo la mano
hacia los rojos frutos palpitantes.
Está ahí, al acecho,
alza la zarpa, espera.
Tú no la ves, sonríes,
sonrío yo también.
Déjame que te bese una vez más
antes de que su aliento nos alcance.

De "Material perecedero" 1998


José Luis García Martín


Todos Los Días Son Iguales

Mecánicamente asiste a donde debe ir
logra inclinar la cabeza, luego vuelve
una resaca, un pánico
ciertas bellezas.

1994


Concha García


Al Despertar

Al despertar
uno se vuelve
al que era
al que tiene
el nombre con que nos llaman,
al despertar
uno se vuelve
seguro,
sin pérdida,
al uno mismo
al uno solo
recordando
lo que olvidan
el tigre
la paloma
en su dulce despertar.


Fina García Marruz




Ay, Voz Secreta

Ay voz secreta del amor oscuro
¡ay balido sin lanas! ¡ay herida!
¡ay aguja de hiel, camelia hundida!
¡ay corriente sin mar, ciudad sin muro!

¡Ay noche inmensa de perfil seguro,
montaña celestial de angustia erguida!
¡Ay silencio sin fin, lirio maduro!

Huye de mi, caliente voz de hielo,
no me quieras perder en la maleza
donde sin fruto gimen carne y cielo.

Deja el duro marfil de mi cabeza
apiádate de mi, ¡rompe mi duelo!
¡que soy amor, que soy naturaleza!


Federico García Lorca


Momento En Junio

Se van.
Hacen cloc clac, como si chocaran.
Crujen dentro y fuera del agua,
están en otra parte: vuelan.
No hay números infinitos
sólo los que dividen unidades.
Mi mejor chaqueta para el espectáculo.
Tú estabas más vieja. No es la edad,
sino las señales. ¿Averiguaste dónde
en qué lugar se forman?
Una dentro de otra, como gemelas,
son agujeros en una vida llana
que pretende altibajos sin emociones.
Parecías una laguna sin vida interior
cuyas ondas te daban un semblante
de ninfa poco aureolada.
Yo me convertí en la pesadilla
y hacía ruido cuando me movía,
hacía clong-clong, y se alejaba
todo lo que tenía ganas de acercarse.
Formé una ladera de restos
como cuando subes a una loma
y encuentras una incineradora de basura
cuyas cimas se dibujan
porque varias gaviotas te inquietan
alineadas sobre los plásticos.
Recordé cómo llegué aquí
y mis pies crecieron. Cómo
no haber llegado. Me fui acercando
a un presente que estuvo presente.

1998


Concha García


Parte Tercera ( La Mística Del Vaivén )

1. Te lo ruego

Me encontré tan menuda, tan
encogida, ovillada en eso
que la taquicardia auguró.
Doce o trece horas de amor desmedido
maldita sea hoy, cómo avanzaba
la sabandija entre mi letargo
haciéndome diminuta
el tiempo crecía. Me puso las manos
encima y me queda
ese temblor.


2. Recuelo

Huir. Un vaso roto. Esquivar
al amigo de la yerba, los platos
de coñac, regalos, orfebrería
en baúles, tenazas de hierro
abundantes misivas, amontonar
largos caminos, ser la sed
en las rayas del labio, nótese
una humareda a lo lejos, una
impenetrable andariega.

1990


Concha García


Y Después Fue El Olvido...

(Ante la casa de don Francisco de Quevedo)

Y después fue el olvido. Fue la espiga
mártir del sol, esclava de la avena.
Fue enterrada en el polvo la azucena,
mancillada su casa por la ortiga.

Después fue ya el olvido -No castiga
la muerte más que aquello que condena
a ser sombra-. La miel de la colmena
se hizo veneno, pócima enemiga.

Todo lo que pujaba como un canto,
como un himno glorioso, fue transido
de soledad, de arena de desierto.

Y aquello que fue vida sintió espanto
de ser humo. Después vino este olvido
a decirme que el suefio estaba muerto.


Ángel García López


Rosa kessler

Ahora soy más feliz. ¿Importa eso?
Sé que mientras te quise estuve vivo.
"Rosele, meine Rosele..." En sueños
todavía sigo pronunciando tu nombre,
la única oración que no he olvidado.
Ya sé que ahora eres dichosa
como nunca lo fuiste conmigo.
Yo también soy feliz. ¿No te lo dije?
Se acabaron los bruscos
viajes al hospital, los juegos con la muerte
sólo para saber si aún me querías.
Todo pasó, ya nada importa nada.
No es tan difícil el juego de la vida
cuando se aprenden unas pocas reglas.
Yo las aprendí tarde, pero bien.
Ahora soy feliz como nunca lo he sido.
Pero déjame confesarte un secreto:
en sueños todavía vuelvo a ver
tu rubio pelo iluminando el día.

De "Principios y finales" 1997


José Luis García Martín


¡Llegó el tiempo de renovación!
Luz, yo te invoco
junto con los seres de poder
y mi guía espiritual
regalo del ser divino,
ser de amor,
chispa detonadora de la vida
eterno e infinito ente de crecimiento,
de creación.
Regreso al camino correcto y
junto con aquéllos
que con la verdad te siguen.
Así sea,
por siempre sea.


Claudia Lorena García Lara


Bienvenido Guardián ser de amor
que llenas de luz mi vida
ya no estoy más sola,
eres amor ancestral y eterno
del universo mismo,
mi espíritu renace
como el ave de las cenizas.
¡Libertad, libertad, libertad!
fue tu mensaje en el que confío,
te presentaste a través del viento
con la suave brisa que
me arrulla y mueve mi cabello
junto con el aroma fresco de las flores
como el de aquella Hortensia
que firme se mantuvo a mi paso
para recordarme
que existe la fe y la esperanza.
¡Soy extensión del amor!
Libre por convicción
a corazón abierto y sin reservas
un guerrero del amor
para salvar al amor
ése, el verdadero amor.


Claudia Lorena García Lara


Al corazón

Joven Tierno Corazón
soñador, altruista,
no desesperes
ni desveles,
gallardo librarás nuevas batallas,
pero avanza,
avanza con sigilo,
escucha,
siente
no te engañes,
del llanto aprende
y madura
que alguien llegará
ten paciencia
ese día vendrá.
Suave corazón
de carne,
de sangre,
que siente
vibra y late
emprende el viaje,
con tus alas grandes.


Claudia Lorena García Lara


Al Espejo Retrovisor de Un Coche

Tú eres el corazón con lo vivido,
en ti está lo que atrás vamos dejando,
lo que hemos ido con pasión amando,
definitivamente ya perdido,
en ti vemos las gracias que se han ido,
los paisajes y el cielo del ayer,
cuando las cosas que ahora sigues recordando
flotan sobre las aguas del olvido,
pero vives y estás, claro y pequeño,
miras aquellos prados, aquel sueño tan lejano,
las rosas de aquel día,
crees que puedes cambiar toda la suerte y,
aunque vamos derechos a la muerte,
vives de lo pasado todavía.


José García Nieto


La Tarea

Qué esfuerzos por ser hombre, qué trabajo forzado
por hacer este torpe varón que, apenas hecho,
se vio imperfecto y débil, por la pasión deshecho,
y herido a cada paso del camino empezado.

¿Por qué siguió? , decidme. ¿Por qué seguí?
¿He andado
lo suficiente fuera? Porque, dentro del pecho,
yo sé bien qué carreras, qué saltos hasta el techo
del alma- ¡oh, saltimbanqui de soledad!-h e dado.

Cuando la obra estuvo casi hecha: un remedo
de música, de sueño, de defensa, de miedo,
se vino abajo todo lo que se alzó conmigo.

Cuando se miró el hombre para ver dónde estaba,
vio tendida hacia el viento su mano de mendigo,
y en ella, una moneda que ya nadie tomaba.


José García Nieto


El Amor Duerme En El Pecho Del Poeta

Tú nunca entenderás lo que te quiero
porque duermes en mí y estás dormido.
Yo te oculto llorando, perseguido
por una voz de penetrante acero.

Norma que agita igual carne y lucero
traspasa ya mi pecho dolorido
y las turbias palabras han mordido
las alas de tu espíritu severo.

Grupo de gente salta en los jardines
esperando tu cuerpo y mi agonía
en caballos de luz y verdes crines.

Pero sigue durmiendo, vida mía.
¡Oye mi sangre rota en los violines!
¡Mira que nos acechan todavía!


Federico García Lorca


"Algunas Noches"

Ya viene la noche,
la percibo,
la espero,
a la dueña del misterio
de la nada y del comienzo
que puede ser pasión
o desvelo.
Inquieta me vuelvo
¡Dame a probar de tus secretros
noche, noche , noche!
a voz queda
con mis susurros te digo:
¡Envuélveme, penétrame,
llévame si quieres
que ahora no temo ni a la muerte!
Rondan ánimas en pena,
ángeles y demonios
que ansían los vea
con mis ojos de hechicera.
¿Y existen?
¡Ah! es solo la noche
bello trance y brebaje para mi alma
musa de mis creaciones,
de mis sueños
y mis más bellos secretos.


Claudia Lorena García Lara


LAS HUELLAS....

Cuanta una leyenda que alla en el cielo un hombre miraba en un gran salon varias huellas en formas de caminos y cada camino tenia nombres...

Al estar recorriendo el salon el hombre noto que un camino tenia su nombre....

Y sorprendido... miro al Señor y dijo: ¿Estan son mis huellas Señor?

y Dios exclamo ¡Si!

y al seguir recorriendo noto que había dos pares de huellas y en cada una decia:

- Mi nacimiento
- Mis primeros pasos
- Mis primeras palabras
-Mis primeros tropiezos

etc, etc, etc..... haci hasta el día de ahora...

Pero después noto que el los momentos mas dificiles solao habían un par de huellas...

Y exclamo...¡Pero señor por que me has dejado solo cuando mas te he necesitado!

Y al escuchar esto Dios dijo con lagrimas en los ojos:

¡Esas huellas que vez solas, son mias!

Y el hombre exclamo, ¡tuyas!

¡Por que era cuando yo te cargaba!.......


alma garcia saavedra


Lo Imposible

Por odio de lo fácil detesto la aventura.
¿Qué mayor aventura que abrir una ventana,
mirar pasar las nubes mientras pasa la tarde,
acariciar tu pelo, acostarse temprano,
escuchar una voz que canta en otro siglo?
Por odio de lo fácil. Déjame que sonría
ante tantos que anhelan lo que jamás les falta.
No se pisa dos veces en el mismo lugar.
Nadie abraza dos veces a la misma persona.
No se detiene nunca la nave que nos lleva,
incansable da vueltas en su viaje estelar.
Mírame: ya soy otro. Y te sigo queriendo
a ti que ya no eres quien ayer sonreía.
Cuatro estaciones tiene el tren en que viajamos
y en ninguna nos dejan detenernos.
Por odio de lo fácil detesto la aventura.
¿Qué mayor aventura que mirarte a los ojos
y ver en ellos juntas mi dicha y una lágrima?
¿Qué mayor aventura que no saber siquiera
si el día de mañana seguiremos con vida?
Aspiro a lo imposible: a la monotonía.

De "Principios y finales" 1997


José Luis García Martín