Poemas de garcia marques
Poemas de garcia marques. Encuentra docenas de poemas de garcia marques con fotos para copiar y compartir.
Si alguien llama a tu puerta, amiga mía,
y algo en tu sangre late y no reposa
y en su tallo de agua, temblorosa,
la fuente es una líquida armonía.
Si alguien llama a tu puerta y todavía
te sobra tiempo para ser hermosa
y cabe todo abril en una rosa
y por la rosa se desangra el día.
Si alguien llama a tu puerta una mañana
sonora de palomas y campanas
y aún crees en el dolor y en la poesía.
Si aún la vida es verdad y el verso existe.
Si alguien llama a tu puerta y estás triste,
abre, que es el amor, amiga mía.
y algo en tu sangre late y no reposa
y en su tallo de agua, temblorosa,
la fuente es una líquida armonía.
Si alguien llama a tu puerta y todavía
te sobra tiempo para ser hermosa
y cabe todo abril en una rosa
y por la rosa se desangra el día.
Si alguien llama a tu puerta una mañana
sonora de palomas y campanas
y aún crees en el dolor y en la poesía.
Si aún la vida es verdad y el verso existe.
Si alguien llama a tu puerta y estás triste,
abre, que es el amor, amiga mía.
Gabriel GarcÃa Márquez
Las Seis Cuerdas
La guitarra
hace llorar a los sueños.
El sollozo de las almas
perdidas
se escapa por su boca
redonda.
Y como la tarántula,
teje una gran estrella
para cazar suspiros,
que flotan en su negro
aljibe de madera.
1924
La guitarra
hace llorar a los sueños.
El sollozo de las almas
perdidas
se escapa por su boca
redonda.
Y como la tarántula,
teje una gran estrella
para cazar suspiros,
que flotan en su negro
aljibe de madera.
1924
Federico GarcÃa Lorca
Hace apenas 3 años ni siquiera pensaba en que tu existirias, solo me preocupaba por lucir bien, poco tiempo después supe que te esperaba, y me di cuenta que mi vida apenas comenzaba.... 9 meses pasaron, entre, nauseas y antojos, por fin llego el día esperado... Cuando te tuve entre mis brazos y tus ojitos me miraban con esperanza, entendi que de mi tu dependias....Después tus pequeños labios una palabra decian, y yo jamas crei que aquellas palabras a mi corazon emocionarian, cuando tus primeros pasos inentaste dar, muchos tropiezos tuviste y yo jamas había sentido un dolor tan grande como cuando te vi llorar, ahora después de tantas y tantas cosas que hemos vivido juntos en 3 años a Dios te vengo a presentar, para que me permita estar contigo muchos años mas.....
Para mi pequeño Jose Maria Perez Garcia..
te kiero muxo mi bebe
Para mi pequeño Jose Maria Perez Garcia..
te kiero muxo mi bebe
alma garcia saavedra
Dedicado para: carolina Zamora choque
La razón de mi vivir
Eres el amor de mi vida la razón de mi vivir por ti soy como soy gracias a ti estoy frente de todos gritando nuestro amor no importa si el mundo entero este en contra del amor que nos tenemos
Si tu estas junto a mi nada nos impedirá que seamos felices en lo que resta de vida
Eres el amor de vida cada noche espero que salgan las estrellas el cielo se ilumina como mi corazón cuando te miro
Quiero ser la poesía de tus labios
Quiero ser la miel que endulce tu despertar por las mañanas
Quiero ser el primero al que veas junto a ti.
Wesly chuquilín García
La razón de mi vivir
Eres el amor de mi vida la razón de mi vivir por ti soy como soy gracias a ti estoy frente de todos gritando nuestro amor no importa si el mundo entero este en contra del amor que nos tenemos
Si tu estas junto a mi nada nos impedirá que seamos felices en lo que resta de vida
Eres el amor de vida cada noche espero que salgan las estrellas el cielo se ilumina como mi corazón cuando te miro
Quiero ser la poesía de tus labios
Quiero ser la miel que endulce tu despertar por las mañanas
Quiero ser el primero al que veas junto a ti.
Wesly chuquilín García
wesly chuquilin garcia
Cuando dieron por fin con la casa, Abrenuncio se despidió en la puerta con una sentencia de Horacio.
«No sé latín», se excusó el marqués.
«Ni falta que hace», dijo Abrenuncio. Y lo hizo en latín, por supuesto.
«No sé latín», se excusó el marqués.
«Ni falta que hace», dijo Abrenuncio. Y lo hizo en latín, por supuesto.
Gabriel GarcÃa Márquez
Corazón Nuevo
Mi corazón, como una sierpe,
se ha desprendido de su piel,
y aquí la miro entre mis dedos
llena de heridas y de miel.
Los pensamiento que anidaron
en tus arrugas, ¿dónde están?
¿Dónde las rosas que aromaron
a Jesucristo y a Satán?
¡Pobre envoltura que ha oprimido
a mi fantástico lucero!
Gris pergamino dolorido
de lo que quise y ya no quiero.
Yo veo en ti fetos de ciencias,
momias de versos y esqueletos
de mis antiguas inocencias
y mis románticos secretos.
¿Te colgaré sobre los muros
de mi museo sentimental,
junto a los gélidos y oscuros
lirios durmientes de mi mal?
¿O te pondré sobre los pinos,
-libro doliente de mi amor-
para que sepas de los trinos
que da a la aurora el ruiseñor?
Mi corazón, como una sierpe,
se ha desprendido de su piel,
y aquí la miro entre mis dedos
llena de heridas y de miel.
Los pensamiento que anidaron
en tus arrugas, ¿dónde están?
¿Dónde las rosas que aromaron
a Jesucristo y a Satán?
¡Pobre envoltura que ha oprimido
a mi fantástico lucero!
Gris pergamino dolorido
de lo que quise y ya no quiero.
Yo veo en ti fetos de ciencias,
momias de versos y esqueletos
de mis antiguas inocencias
y mis románticos secretos.
¿Te colgaré sobre los muros
de mi museo sentimental,
junto a los gélidos y oscuros
lirios durmientes de mi mal?
¿O te pondré sobre los pinos,
-libro doliente de mi amor-
para que sepas de los trinos
que da a la aurora el ruiseñor?
Federico GarcÃa Lorca
Noche Del Amor Insomne
Noche arriba los dos con luna llena,
yo me puse a llorar y tú reías.
Tu desdén era un dios, las quejas mías
momentos y palomas en cadena.
Noche abajo los dos. Cristal de pena,
llorabas tú por hondas lejanías.
Mi dolor era un grupo de agonías
sobre tu débil corazón de arena.
La aurora nos unió sobre la cama,
las bocas puestas sobre el chorro helado
de una sangre sin fin que se derrama.
Y el sol entró por el balcón cerrado
y el coral de la vida abrió su rama
sobre mi corazón amortajado.
Noche arriba los dos con luna llena,
yo me puse a llorar y tú reías.
Tu desdén era un dios, las quejas mías
momentos y palomas en cadena.
Noche abajo los dos. Cristal de pena,
llorabas tú por hondas lejanías.
Mi dolor era un grupo de agonías
sobre tu débil corazón de arena.
La aurora nos unió sobre la cama,
las bocas puestas sobre el chorro helado
de una sangre sin fin que se derrama.
Y el sol entró por el balcón cerrado
y el coral de la vida abrió su rama
sobre mi corazón amortajado.
Federico GarcÃa Lorca
Serenata de Belisa
Por las orillas del río
se está la noche mojando
en los pechos de Lolita
se mueren de amor los ramos.
¡Se mueren de amor los ramos!
La noche canta desnuda
sobre los puentes de marzo.
Belisa lava su cuerpo
con agua salobre y nardos.
¡Se mueren de amor los ramos!
La noche de anís y plata
relumbra por los tejados.
Playas de arroyos y espejos
anís de tus muslos blancos.
¡Se mueren de amor los ramos!
Por las orillas del río
se está la noche mojando
en los pechos de Lolita
se mueren de amor los ramos.
¡Se mueren de amor los ramos!
La noche canta desnuda
sobre los puentes de marzo.
Belisa lava su cuerpo
con agua salobre y nardos.
¡Se mueren de amor los ramos!
La noche de anís y plata
relumbra por los tejados.
Playas de arroyos y espejos
anís de tus muslos blancos.
¡Se mueren de amor los ramos!
Federico GarcÃa Lorca
Cuando Pasa Una Joven Como Tú...
Cuando pasa una joven como tú salta el pecho,
se compran las parcelas de este sitio acotado.
No hay un cuerpo en la tarde que te iguale, criatura.
Porque vas explicando lo que queda de verte,
poniendo orden a un mundo que no está en este reino.
No hay un rostro que pueda dormir cuando te ha visto
ni sienta que, por dentro, van cantando los árboles.
Eres como quisieran ser los astros más lentos,
las altas catedrales, las ciudades de Europa
que desnudan sus flores con un copo de nieve.
Convocas impaciencias a los bancos de un parque
que, detrás de los ojos, te acogieran despacio.
Imposible es gozarte como no bendecirte.
No hay nadie que no mire sino dándote gracias.
Cuando pasa una joven como tú salta el pecho,
se compran las parcelas de este sitio acotado.
No hay un cuerpo en la tarde que te iguale, criatura.
Porque vas explicando lo que queda de verte,
poniendo orden a un mundo que no está en este reino.
No hay un rostro que pueda dormir cuando te ha visto
ni sienta que, por dentro, van cantando los árboles.
Eres como quisieran ser los astros más lentos,
las altas catedrales, las ciudades de Europa
que desnudan sus flores con un copo de nieve.
Convocas impaciencias a los bancos de un parque
que, detrás de los ojos, te acogieran despacio.
Imposible es gozarte como no bendecirte.
No hay nadie que no mire sino dándote gracias.
Ãngel GarcÃa López
Lo Que Se Sabe
Toda mi vida la pasión soterrada
en el bajo fondo de la placidez.
La idea de la pericia escapa. Un lento
proceso al amanecer. La quinta vez
que reescribo. Te lo dije. No creo.
La fe ha resbalado como la resina joven,
como el trazo de una oruga,
la fe se ha derretido en la baba
de varios caracoles. Toda tu vida
escapa o huye. No negué lo que vi.
No vi nada. Sombra en un pacto
toda mi vida: la ventana, arrullando
el más puro sonido del silencio, un crac
rompe la desidia, un sonido leve de rotura
precipita el único acontecimiento imposible
e indeseable. Soy tu túnica, tu vajilla
y tu despecho. Me voy irritada. Sé que ahora
el velo del día es un espeso manto,
una capa del rey Recaredo. Una enagua.
1993
Toda mi vida la pasión soterrada
en el bajo fondo de la placidez.
La idea de la pericia escapa. Un lento
proceso al amanecer. La quinta vez
que reescribo. Te lo dije. No creo.
La fe ha resbalado como la resina joven,
como el trazo de una oruga,
la fe se ha derretido en la baba
de varios caracoles. Toda tu vida
escapa o huye. No negué lo que vi.
No vi nada. Sombra en un pacto
toda mi vida: la ventana, arrullando
el más puro sonido del silencio, un crac
rompe la desidia, un sonido leve de rotura
precipita el único acontecimiento imposible
e indeseable. Soy tu túnica, tu vajilla
y tu despecho. Me voy irritada. Sé que ahora
el velo del día es un espeso manto,
una capa del rey Recaredo. Una enagua.
1993
Concha GarcÃa
Si Mis Poemas
Si mis poemas todos se perdiesen
la pequeña verdad que en ellos brilla
permanecería igual en alguna piedra gris
junto al agua, o en una verde yerba.
Si los poemas todos se perdiesen
el fuego seguiría nombrándolos sin fin
limpios de toda escoria, y la eterna poesía
volvería bramando, otra vez, con las albas.
Si mis poemas todos se perdiesen
la pequeña verdad que en ellos brilla
permanecería igual en alguna piedra gris
junto al agua, o en una verde yerba.
Si los poemas todos se perdiesen
el fuego seguiría nombrándolos sin fin
limpios de toda escoria, y la eterna poesía
volvería bramando, otra vez, con las albas.
Fina GarcÃa Marruz
Cuando El Tiempo Ya Es Ido
Cuando el tiempo ya es ido, uno retorna
como a la casa de la infancia, a algunos
días, rostros, sucesos que supieron
recorrer el camino de nuestro corazón.
Vuelven de nuevo los cansados pasos
cada vez más sencillos y más lentos,
al mismo día, el mismo amigo, el mismo
viejo sol. Y queremos contar la maravilla
ciega para los otros, a nuestros ojos clara,
en donde la memoria ha detenido
como un pintor, un gesto de la mano,
una sonrisa, un modo breve de saludar.
Pues poco a poco el mundo se vuelve impenetrable,
los ojos no comprenden, la mano ya no toca
el alimento innombrable, lo real.
Cuando el tiempo ya es ido, uno retorna
como a la casa de la infancia, a algunos
días, rostros, sucesos que supieron
recorrer el camino de nuestro corazón.
Vuelven de nuevo los cansados pasos
cada vez más sencillos y más lentos,
al mismo día, el mismo amigo, el mismo
viejo sol. Y queremos contar la maravilla
ciega para los otros, a nuestros ojos clara,
en donde la memoria ha detenido
como un pintor, un gesto de la mano,
una sonrisa, un modo breve de saludar.
Pues poco a poco el mundo se vuelve impenetrable,
los ojos no comprenden, la mano ya no toca
el alimento innombrable, lo real.
Fina GarcÃa Marruz
Una Especie de Mi Que No Soy Yo
deja perpleja la estela de la tarde
en esos extraños recorridos
donde el labio estanca su decir.
deja perpleja la estela de la tarde
en esos extraños recorridos
donde el labio estanca su decir.
Concha GarcÃa
Sensación En El Labio
Me da sorpresa bajar
por la ventura de mis emociones
porque para qué haber estado alta
si la fiebre la produce el recorrido.
Tengo un beso junto a la boca
y un tiempo para que dure
la sensación del beso que recibo
y la inscripción de la sinceridad.
Otro tiempo no lloraré sin saberlo
que es como ahora que por encima
de la conciencia está la voluntad
de sentir un beso junto a la boca.
Si ese beso se parte y va al labio
una senda del beso que se fue
se irá sin mí también
y no será simétrico.
Por eso es gran cosa.
1994
Me da sorpresa bajar
por la ventura de mis emociones
porque para qué haber estado alta
si la fiebre la produce el recorrido.
Tengo un beso junto a la boca
y un tiempo para que dure
la sensación del beso que recibo
y la inscripción de la sinceridad.
Otro tiempo no lloraré sin saberlo
que es como ahora que por encima
de la conciencia está la voluntad
de sentir un beso junto a la boca.
Si ese beso se parte y va al labio
una senda del beso que se fue
se irá sin mí también
y no será simétrico.
Por eso es gran cosa.
1994
Concha GarcÃa
Soneto de La Nieve Todavía
Mira cómo se quema el Guadarrama
en sus torres azules. Esa loma
tiene un poco de nieve, una paloma
que ha librado sus alas de la llama.
Qué desierta de pájaros la rama
donde a la luz mi corazón se asoma,
como un clavel de invierno sin aroma
como un campo segado de retama.
Crezco de amor bajo este sol tendido,
y crecen las montañas imitando
el hielo que mi ardor no te ha deshecho.
Bajo un ave de nieve estoy vencido
y están sus alas frías coronando
una sierra de sangre por mi pecho.
Mira cómo se quema el Guadarrama
en sus torres azules. Esa loma
tiene un poco de nieve, una paloma
que ha librado sus alas de la llama.
Qué desierta de pájaros la rama
donde a la luz mi corazón se asoma,
como un clavel de invierno sin aroma
como un campo segado de retama.
Crezco de amor bajo este sol tendido,
y crecen las montañas imitando
el hielo que mi ardor no te ha deshecho.
Bajo un ave de nieve estoy vencido
y están sus alas frías coronando
una sierra de sangre por mi pecho.
José GarcÃa Nieto
Veo A Diario Tu Casa
Veo a diario tu casa que, encendida
con ese sol, ya casi en primavera,
es la rosa del día más primera
por donde tú apareces a la vida.
Así mi corazón, casa dormida,
tiembla bajo tu sol, y no quisiera
más ventanas de amor, ni más espera
que la de hallarse en tu estación florida.
Veo a tu casa en la alta noche ahora,
la nieve de la luna con las hiedras
de la sombra escalando el muro frío,
como mi corazón, también, que añora
tantos días sin sol sobre sus piedras,
tantas noches sin ti en el pecho mío.
Veo a diario tu casa que, encendida
con ese sol, ya casi en primavera,
es la rosa del día más primera
por donde tú apareces a la vida.
Así mi corazón, casa dormida,
tiembla bajo tu sol, y no quisiera
más ventanas de amor, ni más espera
que la de hallarse en tu estación florida.
Veo a tu casa en la alta noche ahora,
la nieve de la luna con las hiedras
de la sombra escalando el muro frío,
como mi corazón, también, que añora
tantos días sin sol sobre sus piedras,
tantas noches sin ti en el pecho mío.
José GarcÃa Nieto
Prólogo
Me haces daño: chispitas
entre las tapas de pescado, me dueles
esquivando la hora del cine, los tejados
lluvia y lluvia, chap-chap, mira
qué triste soy: un tañir lejos, lejano
albergando el daño, el trocito de fuelle
que ayer chirriaba.
1990
Me haces daño: chispitas
entre las tapas de pescado, me dueles
esquivando la hora del cine, los tejados
lluvia y lluvia, chap-chap, mira
qué triste soy: un tañir lejos, lejano
albergando el daño, el trocito de fuelle
que ayer chirriaba.
1990
Concha GarcÃa
La Partida
Contigo, mano a mano. Y no retiro
la postura, Señor. Jugamos fuerte.
Empeñada partida en que la muerte
será baza final. Apuesto. Miro
tus cartas, y me ganas siempre. Tiro
las mías. Das de nuevo. Quiero hacerte
trampas. Y no es posible. Clara suerte
tienes, contrario en el que tanto admiro.
Pierdo mucho, Señor. Y apenas queda
tiempo para el desquite. Haz Tú que pueda
igualar todavía. Si mi parte
no basta ya por pobre y mal jugada,
si de tanto caudal no queda nada,
ámame más, Señor, para ganarte.
Contigo, mano a mano. Y no retiro
la postura, Señor. Jugamos fuerte.
Empeñada partida en que la muerte
será baza final. Apuesto. Miro
tus cartas, y me ganas siempre. Tiro
las mías. Das de nuevo. Quiero hacerte
trampas. Y no es posible. Clara suerte
tienes, contrario en el que tanto admiro.
Pierdo mucho, Señor. Y apenas queda
tiempo para el desquite. Haz Tú que pueda
igualar todavía. Si mi parte
no basta ya por pobre y mal jugada,
si de tanto caudal no queda nada,
ámame más, Señor, para ganarte.
José GarcÃa Nieto
Muda Y Hosca...
Muda y hosca, se niega
a entrar en casa, a pesar
de la noche, a pesar del buen sentido.
Él le habla
con paciencia o la empuja y golpea
con el puño. La insensata materia
que el alma es, su obstinación eficaz
o, contigua y exenta,
esta vibración azul del azul
luminoso y oscuro. Sólo
me m interesa e vacío.
Ocurrió el mismo año
en que frascos y líquidos
se arrojaban contra la pared,
a oscuras, en aquella alcoba
italiana. Eran innumerables
los huesos del cuerpo, incomprensibles
sus nombres. Sincronizado
estrictamente, rápido
y melancólico, con este azul,
aquel salto, olor de carbonilla,
adherido a la piel.
De "Caza nocturna" 1997
Muda y hosca, se niega
a entrar en casa, a pesar
de la noche, a pesar del buen sentido.
Él le habla
con paciencia o la empuja y golpea
con el puño. La insensata materia
que el alma es, su obstinación eficaz
o, contigua y exenta,
esta vibración azul del azul
luminoso y oscuro. Sólo
me m interesa e vacío.
Ocurrió el mismo año
en que frascos y líquidos
se arrojaban contra la pared,
a oscuras, en aquella alcoba
italiana. Eran innumerables
los huesos del cuerpo, incomprensibles
sus nombres. Sincronizado
estrictamente, rápido
y melancólico, con este azul,
aquel salto, olor de carbonilla,
adherido a la piel.
De "Caza nocturna" 1997
Olvido GarcÃa Valdés
Al Salir A La Calle...
Al salir a la calle, sobre los plátanos,
muy por encima y por detrás de sus hojas
doradas y crujientes, el cielo, muy por encima
azul, intenso y transparente de la helada.
A cuatro bajo cero se respira
el aire como si fuera el cielo
que es el aire lo que se respirara.
Corta y se expande y un instante
rebrota antes de herir. Ritmos
de la respiración y el cielo, uno
lugar del otro, volumen
que quien respira retrajera, puro
estar del mundo en el frío,
de un color azul que nadie viera, intenso,
que nadie desde ningún lugar mirara,
aire o cielo no para respirar.
De "Del ojo al hueso" 2001
Al salir a la calle, sobre los plátanos,
muy por encima y por detrás de sus hojas
doradas y crujientes, el cielo, muy por encima
azul, intenso y transparente de la helada.
A cuatro bajo cero se respira
el aire como si fuera el cielo
que es el aire lo que se respirara.
Corta y se expande y un instante
rebrota antes de herir. Ritmos
de la respiración y el cielo, uno
lugar del otro, volumen
que quien respira retrajera, puro
estar del mundo en el frío,
de un color azul que nadie viera, intenso,
que nadie desde ningún lugar mirara,
aire o cielo no para respirar.
De "Del ojo al hueso" 2001
Olvido GarcÃa Valdés
El Lugar Del Crimen
Másalládelasombra
tedelatantusojos,
yteadivinotersa,
comounmapaextendido
deasombroydedeseo.
Datepormuerta
amor,
esunatraco.
Tuslabiosolavida.
Másalládelasombra
tedelatantusojos,
yteadivinotersa,
comounmapaextendido
deasombroydedeseo.
Datepormuerta
amor,
esunatraco.
Tuslabiosolavida.
Luis GarcÃa Montero
Heladas Por El Presente
Soy una mujer que se alejó del mar.
El pequeño fin, como dije.
Ponerse la toalla, el pequeño
trozo de pared, pon la mano
y échate sobre mí, un poco lejos,
el pecho es piedra. Sobre mí
deja la cal un rastro de tres dedos,
debió apretar más con el pulgar
que con el índice. Luego esa porquería
de libro y la camarera que nos trajo
la bandeja oxidada el amor
no cabe en fuente alguna tumbas
tierra adentro ondulaciones
de tierra raíces secas brotes
de ramas retorcida hiedra
tierra adentro la mano, la cal,
la bandeja, la camarera,
el mar.
1994
Soy una mujer que se alejó del mar.
El pequeño fin, como dije.
Ponerse la toalla, el pequeño
trozo de pared, pon la mano
y échate sobre mí, un poco lejos,
el pecho es piedra. Sobre mí
deja la cal un rastro de tres dedos,
debió apretar más con el pulgar
que con el índice. Luego esa porquería
de libro y la camarera que nos trajo
la bandeja oxidada el amor
no cabe en fuente alguna tumbas
tierra adentro ondulaciones
de tierra raíces secas brotes
de ramas retorcida hiedra
tierra adentro la mano, la cal,
la bandeja, la camarera,
el mar.
1994
Concha GarcÃa
Un Conato de Tristeza
Hora de ti bajando la escalera. No puede ser
que un labio sienta tanto desdén cuando mira
lo prieto que está sin quererlo. Me
abruma el rápido desliz con el que bajo
sintiendo la subida.
1988
Hora de ti bajando la escalera. No puede ser
que un labio sienta tanto desdén cuando mira
lo prieto que está sin quererlo. Me
abruma el rápido desliz con el que bajo
sintiendo la subida.
1988
Concha GarcÃa
Universos
Narciso
Me gusto en el espejo de tus ojos.
*
Coimbra
Jadeantes callejas en tu busca, amor mío.
*
Barca con tres personajes
En el río del tiempo sonríen y se alejan.
*
El día después
Vuelve el sol. No sabe que te has ido.
*
Otoño
Un solitario fuma en el pretil de un puente.
*
Espejo de una casa de antiguedades
Solo reflejo días olvidados.
*
Desnudo de espaldas
Tu rostro es el del tiempo que nos huye.
*
Domingo junto al mar
Todo lo manchan de ceniza mis ojos.
*
Vaso con rosas
Quien las cortó ya ha muerto.
*
Otra definición del amor
Solo no estaba solo cuando estaba contigo.
*
El foro con lluvia. Roma.
Un murmullo de hexámetros.
De "El pasajero" 1992
Narciso
Me gusto en el espejo de tus ojos.
*
Coimbra
Jadeantes callejas en tu busca, amor mío.
*
Barca con tres personajes
En el río del tiempo sonríen y se alejan.
*
El día después
Vuelve el sol. No sabe que te has ido.
*
Otoño
Un solitario fuma en el pretil de un puente.
*
Espejo de una casa de antiguedades
Solo reflejo días olvidados.
*
Desnudo de espaldas
Tu rostro es el del tiempo que nos huye.
*
Domingo junto al mar
Todo lo manchan de ceniza mis ojos.
*
Vaso con rosas
Quien las cortó ya ha muerto.
*
Otra definición del amor
Solo no estaba solo cuando estaba contigo.
*
El foro con lluvia. Roma.
Un murmullo de hexámetros.
De "El pasajero" 1992
José Luis GarcÃa MartÃn
1. El Reposo
Es suficiente. Acaso se baste a sí misma
para luego parpadear. No la auguréis
de leve y poco mordaz, es una isla
de altivez escondida, un lloro breve.
La sabiduría del cabizbajo la tiene, empieza
tratados esculpiendo la letra y no ama
con destino, su amor es una sucesión
de sensaciones acunadas en un sueño
que preconiza.
1990
Es suficiente. Acaso se baste a sí misma
para luego parpadear. No la auguréis
de leve y poco mordaz, es una isla
de altivez escondida, un lloro breve.
La sabiduría del cabizbajo la tiene, empieza
tratados esculpiendo la letra y no ama
con destino, su amor es una sucesión
de sensaciones acunadas en un sueño
que preconiza.
1990
Concha GarcÃa
Se Oye Levísima La Voz
Se oye levísima la voz
del viento. Suena entre los árboles
quizá como nunca sonó.
La noche nace como un río
de las manos mismas de Dios.
Yo miro desde mi ventana.
Yo no rezo ni lloro. Yo
no pregunto ni espero. Miro.
Te sé mirándome, Señor.
Desorbitadamente quieta
está la noche entre los dos.
¿Qué mandato el de tu palabra?
qué música la de tu voz?
No hay nadie. No, Señor; no hay nadie.
Solo con mi silencio estoy.
Solo contigo. Me das miedo.
¿Y a Ti no te doy miedo yo?
La noche es una espada fría
que amenaza con su fulgor.
Luchamos denodadamente
para ganarnos. ¡Cuánto amor
nos dejamos en la batalla!
Los caballos de mi pasión
piafan inquietos en la sangre,
pero tu ejército es peor.
Se oye levísima la voz
del viento. Suena entre los árboles
quizá como nunca sonó.
La noche nace como un río
de las manos mismas de Dios.
Yo miro desde mi ventana.
Yo no rezo ni lloro. Yo
no pregunto ni espero. Miro.
Te sé mirándome, Señor.
Desorbitadamente quieta
está la noche entre los dos.
¿Qué mandato el de tu palabra?
qué música la de tu voz?
No hay nadie. No, Señor; no hay nadie.
Solo con mi silencio estoy.
Solo contigo. Me das miedo.
¿Y a Ti no te doy miedo yo?
La noche es una espada fría
que amenaza con su fulgor.
Luchamos denodadamente
para ganarnos. ¡Cuánto amor
nos dejamos en la batalla!
Los caballos de mi pasión
piafan inquietos en la sangre,
pero tu ejército es peor.
José GarcÃa Nieto
Amor de Mis Entrañas
Amor de mis entrañas, viva muerte,
en vano espero tu palabra escrita
y pienso, con la flor que se marchita,
que si vivo sin mí quiero perderte.
El aire es inmortal. La piedra inerte
ni conoce la sombra ni la evita.
corazón interior no necesita
la miel helada que la luna vierte.
Pero yo te sufrí. Rasgué mis venas,
tigre y paloma, sobre tu cintura
en duelo de mordiscos y azucenas.
Llena, pues, de palabras mi locura
o déjame vivir en mi serena
noche del alma para siempre oscura.
Amor de mis entrañas, viva muerte,
en vano espero tu palabra escrita
y pienso, con la flor que se marchita,
que si vivo sin mí quiero perderte.
El aire es inmortal. La piedra inerte
ni conoce la sombra ni la evita.
corazón interior no necesita
la miel helada que la luna vierte.
Pero yo te sufrí. Rasgué mis venas,
tigre y paloma, sobre tu cintura
en duelo de mordiscos y azucenas.
Llena, pues, de palabras mi locura
o déjame vivir en mi serena
noche del alma para siempre oscura.
Federico GarcÃa Lorca
Soneto de La Dulce Queja
Tengo miedo a perder la maravilla
de tus ojos de estatua, y el acento
que de noche me pone en la mejilla
la solitaria rosa de tu aliento.
Tengo pena de ser en esta orilla
tronco sin ramas; y lo que más siento
es no tener la flor, pulpa o arcilla,
para el gusano de mi sufrimiento.
Si tú eres el tesoro oculto mío,
si eres mi cruz y mi dolor mojado,
si soy el perro de tu señorío,
no me dejes perder lo que he ganado
y decora las aguas de tu río
con hojas de mi otoño enajenado.
Tengo miedo a perder la maravilla
de tus ojos de estatua, y el acento
que de noche me pone en la mejilla
la solitaria rosa de tu aliento.
Tengo pena de ser en esta orilla
tronco sin ramas; y lo que más siento
es no tener la flor, pulpa o arcilla,
para el gusano de mi sufrimiento.
Si tú eres el tesoro oculto mío,
si eres mi cruz y mi dolor mojado,
si soy el perro de tu señorío,
no me dejes perder lo que he ganado
y decora las aguas de tu río
con hojas de mi otoño enajenado.
Federico GarcÃa Lorca
Presidente ? le gritaba el marqués desternillándose de risa -, sin duda esto es un designio de la providencia, es el talión, amigo mío, la ley del talión, la ley predilecta de vuestros tribunales, ¿por qué os quejáis de estar colgado así? ¿acaso no condenasteis a menudo al mismo suplicio a quienes no se lo merecian tanto como vos?
Marqués de Sade
Susana Gimenez: "Ay, Charly, ¡qué bueno que saliste de la clínica! ¡Estás más gordito!"
Charly Garcia: "Vos también.
Charly Garcia: "Vos también.
Charly GarcÃa
La memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos, y gracias a ese artificio, logramos sobrellevar el pasado.
Gabriel GarcÃa Márquez
Si supiera que hoy fuera la última vez que te voy a ver dormir, te abrazaría fuertemente y rezaría al señor para poder ser el guardián de tu alma.
Gabriel GarcÃa Márquez
Un hombre solo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse.
Gabriel GarcÃa Márquez
Si yo tuviera un corazón, escribiría mi odio sobre el hielo, y esperaría a que saliera el sol.
Gabriel GarcÃa Márquez
Si supiera que esta fuera la última vez que te vea salir por la puerta, te daría un abrazo, un beso y te llamaría de nuevo para darte más.
Gabriel GarcÃa Márquez
He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por primera vez, el dedo de su padre, lo tiene atrapado por siempre.
Gabriel GarcÃa Márquez
La Niña Va Por Mi Frente
¡Oh, qué antiguo sentimiento!
¿De qué me sirve, pregunto,
la tinta, el papel y el verso?
Carne tuya me parece,
rojo lirio, junco fresco.
Morena de luna llena.
¿Qué quieres de mi deseo?
Por las orillas del río
se está la noche mojando
y en los pechos de Lolita
se mueren de amor los ramos.
Se mueren de amor los ramos.
La noche canta desnuda
sobre los puentes de marzo.
Lolita lava su cuerpo
con agua salobre y nardos.
Se mueren de amor los ramos.
La noche de anís y plata
relumbra por los tejados.
Plata de arroyos y espejos.
Anís de tus muslos blancos.
Se mueren de amor los ramos.
¡Oh, qué antiguo sentimiento!
¿De qué me sirve, pregunto,
la tinta, el papel y el verso?
Carne tuya me parece,
rojo lirio, junco fresco.
Morena de luna llena.
¿Qué quieres de mi deseo?
Por las orillas del río
se está la noche mojando
y en los pechos de Lolita
se mueren de amor los ramos.
Se mueren de amor los ramos.
La noche canta desnuda
sobre los puentes de marzo.
Lolita lava su cuerpo
con agua salobre y nardos.
Se mueren de amor los ramos.
La noche de anís y plata
relumbra por los tejados.
Plata de arroyos y espejos.
Anís de tus muslos blancos.
Se mueren de amor los ramos.
Federico GarcÃa Lorca
Una Cara, Un Rumor, Un Fiel Instante...
Una cara, un rumor, un fiel instante
ensordecen de pronto lo que miro
y por primera vez entonces vivo
el tiempo que ha quedado ya distante.
Es como un lento y perezoso amante
que siempre llega tarde el tiempo mío,
y por lluvia o dorado y suave hastío
suma nocturnos lilas deslumbrantes.
Y me devuelve una mansión callada,
parejas de suavísimos danzantes,
los dedos artesanos del abismo.
Y me contemplo ciega y extasiada
a la mágica luz interrogante
de un sonido que es otro y que es el mismo.
Una cara, un rumor, un fiel instante
ensordecen de pronto lo que miro
y por primera vez entonces vivo
el tiempo que ha quedado ya distante.
Es como un lento y perezoso amante
que siempre llega tarde el tiempo mío,
y por lluvia o dorado y suave hastío
suma nocturnos lilas deslumbrantes.
Y me devuelve una mansión callada,
parejas de suavísimos danzantes,
los dedos artesanos del abismo.
Y me contemplo ciega y extasiada
a la mágica luz interrogante
de un sonido que es otro y que es el mismo.
Fina GarcÃa Marruz
"Si Muriera la Poesía"
Si muriera la poesía
seríamos solo carne y huesos,
el alma no se expondría
la razón estallaría.
Sepultados estarían los poetas,
incluyendo las letras,
las musas y los musos,
cenizas serían las canciones.
El corazón sufriría desnutrición,
nos ahogaríamos de pena,
perderíamos la oportunidad de enamorar,
de soñar o llorar
de creer,
de crear.
Dios
se extinguiría
y con él su poesía de los siete días,
yo cada treinta días.
Si muriera la poesía
seríamos solo carne y huesos,
el alma no se expondría
la razón estallaría.
Sepultados estarían los poetas,
incluyendo las letras,
las musas y los musos,
cenizas serían las canciones.
El corazón sufriría desnutrición,
nos ahogaríamos de pena,
perderíamos la oportunidad de enamorar,
de soñar o llorar
de creer,
de crear.
Dios
se extinguiría
y con él su poesía de los siete días,
yo cada treinta días.
Claudia Lorena GarcÃa Lara
"Sentires"
Siento; todo.
Bocanadas extasiantes de vida
fulgurantes emociones,
pasiones, enojos,
amor, desamor.
Deleite
a través de mis ojos,
mi boca,
mis manos,
mi cuerpo,
mi olfato
y oído.
Disfruto de la música el movimiento,
somos producto de una bella danza de amor
donde se llaman fuerzas que no se comprenden
de mañana,
de tarde,
o de noche.
Y en esta vida terrena
me escurro por las calles
ganando el pan con el sudor de mi frente,
observando,
pensando en quién sabe cuánta cosa
pero comiendo amor.
Son solo sentires
para que la vida me robe suspiros,
para que mi alma sueñe,
y mi espíritu arda.
Siento; todo.
Bocanadas extasiantes de vida
fulgurantes emociones,
pasiones, enojos,
amor, desamor.
Deleite
a través de mis ojos,
mi boca,
mis manos,
mi cuerpo,
mi olfato
y oído.
Disfruto de la música el movimiento,
somos producto de una bella danza de amor
donde se llaman fuerzas que no se comprenden
de mañana,
de tarde,
o de noche.
Y en esta vida terrena
me escurro por las calles
ganando el pan con el sudor de mi frente,
observando,
pensando en quién sabe cuánta cosa
pero comiendo amor.
Son solo sentires
para que la vida me robe suspiros,
para que mi alma sueñe,
y mi espíritu arda.
Claudia Lorena GarcÃa Lara