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Que la sangre no llega al rio cariÑo mio ( 2 )

Que la sangre no llega al rio cariÑo mio. Encuentra docenas de que la sangre no llega al rio cariÑo mio con fotos para copiar y compartir.


Tigres En El Jardín

Como un ascua de odio te hemos visto en la aurora,
como un trigal de cielo derramado en la vega,
y hemos sorbido el agua que tu contacto dora
y ese aroma de rosas que nos cerca y anega.

En este huerto el lirio es feliz. Solo implora
libertad nuestra sangre, mientras la nube llega,
se riza y, leve, pasa. Da el chamariz la hora,
y el gozo de la sombra, como un rencor, nos niega.

Solos entre las dalias, entre cedros y fuentes,
tanto nos asediamos que nos cala hasta el hueso
este amor sin futuro y esta luz de los dientes.

Tigres somos de un fuego siempre vivo e ileso,
y te odiamos por libre, recio sol, mientras puentes
de plata ha levantado la muerte a nuestro beso.


Antonio Carvajal


Realidad Y Sueño

Náufrago de mi propio sueño,
como si transportara en la flor de los labios
el silencio desnudo,
más que la sangre muda de hospital
muerta en el abandono;
con la tristeza del que viaja
por un aire sin viaje,
reducido al silencio
bajo un olor de rosa no pensada,
cuando el jardín no sabe
si la flor es un sueño
o la esperanza presentida;
fijo en mis latitudes
con el límite sueño entre las manos,
en su cauce la sangre detenida
y el temor de que llegue hasta mi tacto
la presión más efímera
o la más fina flor ya derribada;
límite y carne, sueño ilimitado
bajo la sábana, tan blanca,
por la que corre sangre
como la vena rota
en la piel de una virgen;
amigo de mí mismo
igual al hombre que presiente
la altura de su sombra
a la hora del último camino,
cara al ángel que viaja hacia mi encuentro
con la blancura íntima del niño aún no nacido,
me recuesto en mis venas
doloroso y sediento, sin mis nervios
ni el recuerdo inicial,
aquel primer encuentro con la muerte
tan clara, pura y sombra.
Siento que un mar lejano,
hundido como puerto bajo niebla,
hasta mí llega, cuando poso mi mano ávida
sobre el temor de mi sombría piel,
igual que un río inmóvil camina por los campos,
y de la sombra de mi aliento,
lento y desnudo, fiel a mi destino,
con mi sangre en el hielo,
más fría que la estatua bajo el agua,
con el frío en las manos
y la desnuda voz enmudecida,
hacia mi sombra vuelvo,
retorno a mi naufragio.


Alí Chumacero




Besarte No Es Amor

Besarte no es amor, es irte oliendo
igual que huele el macho a su collera;
es saberte paloma mensajera
al gavilán las alas abatiendo.

Besarte no es amor, es ir pidiendo
besana donde hundir mi sementera;
es ser igual que el toro en la pradera
huyendo de la hembra y embistiendo.

Igual que el ciervo oculta el baluarte
donde el celo resiste y le reclama,
así mi boca llega hasta tu boca.

Porque besarte entonces, no es besarte.
Es dejar en los labios la proclama
donde la sangre asusta de tan loca.


Ángel García López


Mano Entregada

Pero otro día toco tu mano. Mano tibia...
Tu delicada mano silente. A veces cierro
mis ojos y toco leve tu mano, leve toque
que comprueba su forma, que tienta
su estructura, sintiendo bajo la piel alada el duro hueso
insobornable, el triste hueso adonde no llega nunca
el amor. Oh carne dulce, que sí empapa del amor hermoso.

Es por la piel secreta, secretamente abierta,
invisiblemente entreabierta,
por donde el calor tibio propaga su voz, su afán dulce;
para rodar por ellas en tu escondida sangre,
como otra sangre que sonara oscura,
que dulcemente oscura te besara
por dentro, recorriendo despacio como sonido puro
ese cuerpo que resuena mío, mío poblado de mis
voces profundas
¡oh resonado cuerpo de mi amor!, ¡oh poseído cuerpo!,
¡oh cuerpo solo sonido de mi voz poseyéndole!

Por eso, cuando acaricio tu mano, sé que solo el hueso rehusa
mi amor -el nunca incandescente hueso del hombre-.
Y que una zona triste de tu ser se rehusa,
mientras tu carne entera llega un instante lúcido
en que total flamea, por virtud de ese lento contacto
de tu mano,
de tu porosa mano suavísima que gime,
tu delicada mano silente, por donde entro
despacio, despacísimo, secretamente en tu vida,
hasta tus venas hondas totales donde bogo,
donde te pueblo y canto completo entre tu carne.


Vicente Aleixandre


suicidio


me pregunto si vale la pena .............. me pregunto si aun ¿si valgo la pena?
sentada en la obscuridad de mi habitación con lagrimas en los ojos, pienso en todo aquello
que deje ir, en todo aquello que aun tengo, y en todo aquello que quizá nunca tendre
en mi mente, las voces gritan en un tumulto de ruido que no logro descifrar
y desespero.... mi corazón late fuertemente a punto de estallar
siento que muero de apoco , sin nadie que me diga un te quiero, algo que me haga
claudicar a estos pensamientos impuros que en mi mente oscilan vacilantes
entre las calles estrechas y marchitas de mi cerebro.
los recuerdos de aquellos días felices hacen mi sufrimiento aun mas profundo
mis lagrimas cuales torrentes de agua salada inundan hasta mi garganta
un grito desesperado brota de mi ser preguntando el porque.... y sufro
sostengo una navaja entre mis manos observando su color plata
su brillo me atrae, me atrapa, quitarme la vida de mi mente no escapa.
levanto la mirada al cielo esperando una señal divina
que me ayude a entender el porque de mi vida, pero no hay nada solo la obscuridad
en un cielo sin estrellas, sin luna..... que hacen mi tristeza aun mas profunda
cierro los ojos..... una imagen hermosa cruza por mi mente se dibuja de a poco tu sonrisa
recordarte me hace sentir feliz aunque solo por un instante
recorro el lado punzante con mis dedos imaginando en silencio la sensación
al momento de clavarla en mi piel.... mas lagrimas escapan de mi ser
y me pregunto. ¿tendre el valor para provocar el fin de mi vida? undo la navaja en mi
muñeca extrendiendo la abertura que esta deja a su paso hasta mi antebrazo
el dolor hace que de mi boca escape un grito ahogado en lagrimas.
ya es tarde para arrepentirse con poca fuerza tomo la navaja y la undo de igual manera
en mi otra muñeca siguiendo los mismos pasos, siento como el tibio liquido vital color rojo
brota de ambos brazos acompañado de dolor físico, que en nada se compara al dolor de mi alma
y sonrió pues dejare de ser una carga.... en mi mente las disculpas
comienzan a dibujarse:

no se como empezar: mi amor perdón por no haber sido
lo que tu merecías, por no haberte dado el amor infinito que de mi debiste recibir
padre: se que siempre estuviste para apoyarme .... perdóname te amo
madre: ¿ quien como tu? amiga, hermana te llevo en el alma
amigos, hermanos: compartí alegrías y tristezas con ustedes pero siento que hoy es tiempo de partir

no tendré tiempo de decirlo, no hay donde escribirlo
supongo que jamas sabrán cuanto los ame, y cuales fueron mis razones para abandonarlos
siento la debilidad de mi cuerpo apenas puedo abrir los ojos.
la sangre corre a prisa fuera de mi cuerpo dibujando en el suelo de mi habitación una hermosa
estela color roja no puedo mas que observarla
mis lagrimas aun ruedan por mis mejillas acompañadas por el
arrepentimiento..... ¿ pero que he hecho ? intento gritar sin fuerza alguna
mis pulmones no logran reunir el aire, mi intento desesperado es en vano
el ultimo aliento de vida va escapando de mi cuerpo
levanto la mirada.... ya no hay dolor
tengo la extraña sensación de felicidad en medio de esta calamidad
y sigo viendo tu rostro
y llega el final mis ojos se cierran, ya no queda mas que mi cuerpo inerte
adiós


Nancy Vanessa Gonzalez Ortega


El amor verdadero cuando llega, se desprenden emociones de nuestra sangre,si no es una aventura y pasajero.


Aibarreto




A veces mi corazón va donde mi voz no llega.


Alejandro Sanz


La política es una guerra sin efusión de sangre; la guerra una política con efusión de sangre.


Mao Tse-Tung


El mejor consejo lo da siempre la experiencia, pero siempre llega demasiado tarde.


Amelot de la Houssaye




Sucede a veces que se discute porque no se llega a comprender lo que pretende demostrar nuestro interlocutor.


Leon Tolstoi


Ningún ejército puede detener la fuerza de una idea cuando llega a tiempo.


Victor Hugo


La sabiduría nos llega cuando ya no nos sirve de nada.


Gabriel García Márquez


Desde que te sabemos hasta donde te recordamos. En tu memoria siempre nuestra sangre se mezcló con tus entrañas.


Luis Alfredo Arango




La sangre se hereda, el vicio se apega.


Mateo Alemán


Mis intenciones no son otras que el evitar la efusión de sangre entre hermanos.


Manuel Belgrano


Si eres mi sangre cómo no estás en mis venas, pasando y repasando mi corazón que no duerme.


Juan Cunha


No diré que esa noche que solo a ti te digo se me encendió en la sangre lo que soñé contigo


José Angel Buesa


A fuerza de construir bien, se llega a buen arquitecto.


Aristóteles


Mares y cielos de mi sangre tuya navegamos los dos. No me despiertes. No te despiertes, no, sueña la vida.


Manuel Altolaguirre


El cuerpo canta; la sangre aúlla; la tierra charla; la mar murmura; el cielo calla y el hombre escucha.


Miguel De Unamuno


Aprehender, sí. Primero asimilando los matices y contornos ocultos. Lo húmedo, lo tibio, y si soy afortunado el rumor de tu sangre abriendo zanja en la vida.


Roberto Obregón


La desgracia descubre al alma luces que la prosperidad no llega a percibir.


Blaise Pascal


Cada hombre lleva un fantasma de mujer, no en la imaginación que entonces sería fácil de expulsarle; sino circulando en su sangre, y cada mujer un fantasma más o menos concreto de hombre.


Gregorio Marañón


¡Los poetas amamos a la sangre! A la sangre encerrada en la botella del cuerpo, no a la sangre derramada por los campos, ni a la sangre derramada por los celos, por los jueces, por los guerreros; amamos a la sangre derramada en el cuerpo, a la sangre feliz que ríe por las venas, a la sangre que baila cuando damos un beso. Cantamos al amor. A lo fresco. A lo puro.


Gloria Fuertes


En vano escarba el soñador en sus viejos sueños, como si fueran ceniza en la que busca algún rescoldo para reavivar la fantasía, para recalentar con nuevo fuego su enfriado corazón y resucitar en él una vez más lo que antes había amado tanto, lo que conmovía el alma, lo que enardecía la sangre, lo que arrancaba lágrimas de los ojos y cautivaba con espléndido hechizo.


Fiodor Dostoievski


El poder pudre la sangre y oscurece el pensamiento.


Subcomandante Marcos




La tierra no tiene sed de la sangre de los soldados, sino del sudor de los hombres.


Proverbio Brasileño


Nuestro ideal no llega a las estrellas, es sereno, sencillo; quisiéramos hacer miel como abejas, o tener dulce voz o fuerte grito, o fácil caminar sobre las hierbas o senos donde mamen nuestros hijos.


Federico García Lorca


Hoy la tierra y los cielos me sonríen, hoy llega al fondo de mi alma el sol, hoy la he visto..., la he visto y me ha mirado.... ¡hoy creo en Dios!.


Gustavo Adolfo Bécquer


Estamos unidos por la sangre, y la sangre es memoria sin lenguaje.


Joyce Carol Oates


Una burbuja de aire en la sangre, una gota de agua en el cerebro, bastan para que el hombre se desquicie.


Henry Frédéric Amiel


Esta paz tan estimable se compra al duro precio de la sangre y de la muerte.


Manuel Belgrano


La voz de la sangre se puede oír en el silencio.


José Narosky


Dame tu estar, amor, en los extremos, tu presencia y tu infiel sabiduría: por los caminos de la sangre mía ya no sé si es que vamos o volvemos.


Julia Prilutzky


Haz brotar sangre al menos de mi herida, que estoy cansada de morir apenas.


Silvina Ocampo


El amor y la poesía me embriagan, inocentemente, como al tigre la sangre.


Fernando Arrabal


Ahondaré en ti mismo y abrasará tu sangre el fuego de la mía rebelde y soñadora.


Ernestina De Champourcín


La edad de casarse llega mucho antes que la de quererse.


Friedrich Nietzsche


Esta noche oscura La cubierta del calendario llega a su fin.


Yosa Buson


Cuando la edad enfría la sangre y los placeres son cosa del pasado, el recuerdo más querido sigue siendo el último, y nuestra evocación más dulce, la del primer beso.


Lord Byron