Que la sangre no llega al rio cariÑo mio. Encuentra docenas de que la sangre no llega al rio cariÑo mio con fotos para copiar y compartir.
Cuando el agua te llega al cuello, no te preocupes si no es potable.
He sido un hombre que busca y aun lo sigo siendo, pero ya no busco en las estrellas y en los libros, sino en las enseñanzas de mi sangre.
Las horas caen de minuto en minuto, como la sangre que quiere hablar.
No pienso nunca en el futuro porque llega muy pronto.
El consejo del escarmiento las más de las veces llega tarde.
La verdad es como el agua filtrada, que no llega a los labios sino a través del cieno.
Mil rutas se apartan del fin elegido, pero hay una que llega a él.
No se llega a campeón sin sudar.
Quien no oye consejo, no llega a viejo.
Todo lo que se desarrolla comienza por ser pequeño. Es al alimentarse gradualmente como, con constantes progresos, llega a hacerse grande.
Vivir es sentir, sin amarguras, todas las edades, hasta que llega la muerte.
Nunca pienso en el futuro. Llega suficientemente temprano.
La letra con sangre entra, y la religión a hostias...
Hay que luchar, Nadie llega a la perfección por mera renuncia.
Correrán ríos de sangre antes de que conquistemos nuestra libertad, pero esa sangre deberá ser la nuestra.
La libertad no puede ser fecunda para los pueblos que tienen la frente manchada de sangre.
Muchos de ellos, por complacer a tiranos, por un puñado de monedas, o por cohecho o soborno están traicionando y derramando la sangre de sus hermanos.
La muerte no llega más que una vez, pero se hace sentir en todos los momentos de la vida.
El que derrama sangre, será su sangre derramada.
Lo malo de ser puntual es que llega uno a un lugar y no hay nadie allí para apreciarlo.
El árbol de la libertad debe ser regado de cuando en cuando, con la sangre de patriotas y tiranos.
El hombre modesto suele ser admirado, si es que la gente llega a saber de él.
A veces no encuentro respuesta a todas esas preguntas que me hago, no se si tienen un porque, pero si tienen un para que, me aíslo, me dejo llevar por la emoción que cubre mis apariencias, esas que ...
La felicidad llega cuando no la esperas... Inclusive, no te das cuenta cuando estas envuelto en ella, sino hasta que recuerdas que en algún momento te ha hecho falta.
Las lágrimas son la sangre del alma.
A fuerza de hablar de amor, uno llega a enamorarse. Nada tan fácil. Esta es la pasión más natural del hombre.
El árbol de la libertad debe ser vigorizado de vez en cuando con la sangre de patriotas y tiranos: es su fertilizante natural.
Ven, mi amor, en la tarde del Aniene
y siéntate conmigo a ver viento.
Aunque no estés, mi solo pensamiento
es ver contigo el viento que va y viene.
Tú no te vas, porque mi amor te t...
Cuando el hombre se mira mucho a sí mismo, llega a no saber cuál es su cara y cuál es su careta.
Un hombre indeciso llega con cada paso a varias alternativas, es decir en la situación de ver que es realmente un ser libre. Un hombre decidido no tiene ésta desventaja.
La libertad no se conquista de rodillas, sino de pie, devolviendo golpe por golpe, infringiendo herida por herida, muerte por muerte, humillación por humillación, castigo por castigo. Que corra la s...
Nos acostumbramos a la tracción a sangre de los chicos y las mujeres en las noches del centro cargando lo que otros tiran
Para el sabio, la tristeza y la alegría son semejantes, lo mismo que el bien y el mal; para el sabio, todo lo que tuvo principio debe tener también fin. Considera, por tanto, si hay razón para que ...
La muerte, temida como el más horrible de los males, no es, en realidad, nada, pues mientras nosotros somos, la muerte no es, y cuando ésta llega, nosotros no somos.
Solo tienes un tiro, no pierdas tu ocasión de brillar porque la oportunidad solo llega una vez en la vida.
A la verdad se llega no solo por la razón, sino también por el corazón.
También hay relojes de sangre; la gente suele llamarles el corazón
FÍGARO- ¿Talento para ascender? El señor se burla del mío. Con ser mediocre y saber arrastrarse se llega a cualquier parte.
No se sabe el camino por el cual llega a conocer la verdad un hombre celoso.
Se llega más fácilmente a Marte que a nuestro propio semejante.