Que la sangre no llega al rio cariÑo mio. Encuentra docenas de que la sangre no llega al rio cariÑo mio con fotos para copiar y compartir.
Poetas, no perdamos el tiempo, trabajemos, que al corazón le llega poca sangre.
2do. Diluvio. Noche de la noche llega ante las aguas y el fuego. Hombres meditad. El mar avanzará, inundará en diluvio, se derretirán los cascos polares. El eje de la Tierra regresará y el ecuador...
Toda luna, todo año,
todo día, todo viento
camino, y pasa también.
También, toda sangre llega
al lugar de su quietud.
(Libros de Chilam Balam)
Su rabia y pérdida, la entiendo perfectamente, y no la culpo en lo más mínimo. No hay peor sensación que tener todo tu mundo destrozado y que no haya nada que puedas hacer para detenerlo. Sentirte...
La deidad superior ordena que todas las criaturas vivas sufran -consumidas por enfermedad o gritando con cobertura corporal de sangre-, y que luego llega un día en que todas tienen que morir. (?) Si ...
Que no hay peor odio que el de la misma sangre, [... ], porque a nadie se odia más con más intensos bríos que a aquello a que uno se parece y uno llega a aborrecer el parecido.
Es parentesco sin sangre una amistad verdadera.
La muerte no llega con la vejez, sino con el olvido.
No es la carne y la sangre, sino el corazón, lo que nos hace padres e hijos.
Yo desprecié los grados y distinciones. Aspiraba a un destino más honroso: derramar mi sangre por la libertad de mi patria.
Los amigos son como la sangre, cuando se está herido acuden sin que se los llame.
Geografía Humana
Mirad mi continente contenido
brazos, piernas y tronco inmesurado,
pequeños son mis pies, chicas mis manos,
hondos mis ojos, bastante bien mis senos.
Tengo un lago debajo de la fre...
Anunciación
Inserto en soledad
de palabra vertida
que apenas hiriera el silencio,
siento la voz del sueño
con su descenso casi imperceptible
y sus labios de hielo,
mas no el letal dolor que de mí ...
La sangre sirve solo para lavar las manos de la ambición.
El vínculo que une a tu auténtica família no es de sangre, sino de respeto y goce mutuo.
Mejor comer pan de mendigo con quienes amamos vivir, que llevar la culpa consigo y probar su sangre en rico festín.
Después de la propia sangre, lo mejor que el hombre puede dar de si mismo es una lágrima.
Nunca pienso en el futuro. Llega enseguida.
Quien escribe con sangre, y escribe sentencias, ha de ser no leído, sino aprendido de memoria.
La letra con sangre entra.
No tengo nada que ofrecer aparte de sangre, sudor y lágrimas.
Si se llega a un punto determinado, ya no hay regreso posible. Hay que alcanzar ese punto.
Quiero estar en tu sueño. Ser tu sueño. Penetrar más allá de lo que advierte la mirada sutil. Como beleño recorrer, galopar tu sangre inerte.
La sangre de los buenos, no se vierte nunca en vano.
Los sentimientos de culpa son muy repetitivos, se repiten tanto en la mente humana que llega un punto en que te aburres de ellos.
Cuando mejor es uno, tanto más difícilmente llega a sospechar de la maldad de los otros.
Solo el conocimiento que llega desde dentro es el verdadero conocimiento.
El amigo ha de ser corno la sangre, que acude luego a la herida sin esperar a que le llamen.
A cada cerdo le llega su San Martín.
Nunca llega a ser coronado por la inmortalidad quien teme ir adonde le conducen voces desconocidas.
Nunca la persona llega a tal grado de perfección como cuando llena un impreso de solicitud de trabajo.
La civilización es una terrible planta que no vegeta y no florece si no es regada de lágrimas y de sangre.
Acepta los riesgos, toda la vida no es sino una oportunidad. El hombre que llega más lejos es, generalmente, el que quiere y se atreve a serlo.
Cada cual es como Dios le ha hecho, pero llega a ser como él mismo se hace.
Todo llega a tiempo al que pueda aguardar.
La cultura es un bien personal. Unicamente nos llega por el camino del cultivo propio.
Una cosa buena que tiene la música, es que cuando llega, te olvidas de los problemas.
No creo en la llamada de la sangre. La sangre no hace hermanos ni hijos. Conozco hermanos de sangre y padres e hijos que no se hablan o no se respetan.
Los grandes derechos no se compran con lágrimas, sino con sangre.
Hierve la sangre juvenil, se exalta lleno de aliento el corazón, y audaz el loco pensamiento sueña y cree que el hombre es, cual los dioses, inmortal.