Los fanáticos crean un ensueño y lo convierten en el paraíso de sus secta.
Nada es real hasta que se experimenta; aun un proverbio no lo es hasta que la vida no lo haya ilustrado.
Siempre eres nueva. El último de tus besos siempre fue el más dulce, la última sonrisa, la más brillante, el último gesto, el más grácil.
Los hombres de genio son fuerzas químicas etéreas que operan sobre la masa del intelecto neutra.
La belleza es verdad; la verdad, belleza. Esto es todo lo que sabes sobre la tierra, y todo lo que necesitas saber.
Nunca llega a ser coronado por la inmortalidad quien teme ir adonde le conducen voces desconocidas.
A quien en la ciudad estuvo largo tiempo confinado, le es dulce contemplar la serena y abierta faz del cielo, exhalar su plegaria hacia la gran sonrisa del azul.
Una obra de arte es un gozo eterno.
Estoy seguro de nada más que la santidad de los afectos del corazón, y la verdad de la imaginación.
La única manera de fortalecer el intelecto de uno es hacer que la mente de uno de nada, dejar que la mente sea una vía para que todos los pensamientos.
Con un gran poeta el sentido de la belleza supera cualquier otra consideración, o más bien destruye toda consideración.
Adoro el cuerpo. Porque la carne es honesta y los órganos no mienten.
La poesía debe... debe parecer al lector como una redacción de sus propios pensamientos más altos, y parece casi un recuerdo.
Alabanza o culpa, pero tiene un efecto momentáneo sobre el hombre cuyo amor por la belleza en abstracto él un crítico severo de sus propias obras hace.
El público - una cosa que no puedo dejar de mirar como un enemigo, y que no puedo abordar sin sentimientos de hostilidad.
Una cosa de la belleza es una alegría para siempre: su belleza aumenta, nunca pasará en la nada.
Te amo más en que creo que me hubiera gustado para mi propio bien y por nada más.
No hay nada estable en el mundo; alboroto es la única música.
Me ha sorprendido que los hombres podrían morir mártires de la religión - que he estremecido ante él. Me estremezco no más - que podría ser martirizado por mi religión - El amor es mi religión...
La poesía debe sorprender con una multa excesiva y no por la singularidad, se debe parecer al lector como una formulación de sus propios pensamientos más altos, y parece casi un recuerdo.