Maldito el soldado que apunta el arma contra su pueblo.
Huid del país donde uno solo ejerce todos los poderes: es un país de esclavos.
La esclavitud es hija de tinieblas, un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción.
Un soldado feliz no adquiere ningún derecho para mandar a su patria. No es el árbitro de las leyes ni del gobierno. Es defensor de su libertad.
Todos los pueblos del mundo que han lidiado por la libertad han exterminado al fin a sus tiranos.
Los empleos públicos pertenecen al Estado; no son patrimonio de particulares. Ninguno que no tenga probidad, aptitudes y merecimientos es digno de ellos.
Las buenas costumbres, y no la fuerza, son las columnas de las leyes; y el ejercicio de la justicia es el ejercicio de la libertad.
Más cuesta mantener el equilibrio de la libertad que soportar el peso de la tiranía.
Un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción; la ambición, la intriga, abusan de la credulidad y de la inexperiencia de hombres ajenos de todo conocimiento político, económ...
Para el logro del triunfo siempre ha sido indispensable pasar por la senda de los sacrificios.
Primero el suelo nativo que nada. Nuestra vida no es otra cosa que la herencia de nuestro país.
Los beneficios que se hacen hoy, se reciben mañana, porque Dios premia la virtud en este mundo mismo.
El más preciado instrumento para la conservación y defensa de la Libertad es una universidad capaz de formar hombres libres para dirigir la vida colectiva en búsqueda del beneficio común".
Si un hombre fuese necesario para sostener el Estado, ese Estado no debería existir; y al fin no existiría.
Los legisladores necesitan ciertamente una escuela de moral.
Como amo la libertad tengo sentimientos nobles y liberales; y si suelo ser severo, es solamente con aquellos que pretenden destruirnos.
Aunque la guerra es el compendio de todos los males, la tiranía es el compendio de todas las guerras
La justicia es la reina de las virtudes republicanas y con ella se sostiene la igualdad y la libertad.
La confianza ha de darnos la paz. No basta la buena fe, es preciso mostrarla, porque los hombres siempre ven y pocas veces piensan.
El arte de vencer se aprende en las derrotas.