La amistad es el amor,pero sin sus alas.
La noche muestra a las estrellas y a las mujeres bajo una luz mejor.
La sangre sirve solo para lavar las manos de la ambición.
No hay cosa más incierta que el numero de años de las señoras que se dicen de cierta edad.
Luchar contra nuestro destino sería un combate como el del manojo de espigas que quisiera resistirse a la hoz.
El mundo no puede dar alegrías tan grandes como son las que quita.
El matrimonio es al amor lo que el vinagre al vino. El tiempo hace que pierda su primer sabor.
Apenas son suficientes mil años para formar un Estado; pero puede bastar una hora para reducirlo a polvo.
En su primera pasión, la mujer está enamorada del ser amado; en todas las demás, solo está enamorada del amor.
No hay nada, sin duda, que calme el espíritu tanto como el ron y la verdadera religión.
El amor es muy tímido cuando es nuevo.
La envidia hace muecas, no se ríe.
Un verdadero marido siempre es desconfiado.
La vida es demasiado corta para el ajedrez.
El amor del hombre es algo aparte en su vida, mientras que el de la mujer es su existencia entera.
El que no ama su patria no puede amar nada.
Al que cae de una dicha cumplida no le importa cuán hondo sea el abismo.
El dinero a la mano es como la lámpara de Aladino.
Ciertamente, es agradable ver estampado el propio nombre; un libro es siempre un libro, aunque no contenga nada.
Solo salgo para renovar la necesidad de estar solo.