No pocas veces ya he dicho adiós; conozco las horas desgarradoras de la despedida.
Lo que más nos aproxima a una persona es esa despedida, cuando acabamos separandonos, porque el sentimiento y el juicio no quieren ya marchar juntos; y aporreamos con violencia el muro que la natural...
Hay siempre un poco de locura en el amor. Más también hay siempre un poco de razón en la locura.
Todo el que disfruta cree que lo que importa del árbol es el fruto, cuando en realidad es la semilla. He aquí la diferencia entre los que creen y los que disfrutan.
La mentira más común es aquella con la que un hombre se engaña a sí mismo. Engañar a los demás es un defecto relativamente vano.
Lo que me preocupa no es que me hayas mentido, sino que, de ahora en adelante, ya no podré creer en ti.
Cómo podrías renacer sin antes haber quedado reducido a ceniza.
Las personas más espirituales, suponiendo que tengan el máximo coraje, son también las que viven las tragedias más dolorosas: pero esas personas honran la vida justo porque ésta les opone su má...
Demasiado tiempo me debatí en la añoranza, con la mirada clavada en la lejanía, demasiado tiempo permanecí en la soledad, así que ya no se callar.
Dos cosas quiere el hombre de verdad: el peligro y el juego. Por eso quiere la mujer, que es el juguete más peligroso.
Sé al menos mi enemigo: así habla el verdadero respeto que no se atreve a implorar amistad.
Pido pues a mi orgullo que siempre vaya del brazo con mi cordura. Y cuando me abandone mi cordura, pues le gusta alzar el vuelo, que mi orgullo vuele siquiera del brazo con mi locura.
Las mentes más profundas de todos los tiempos han sentido compasión por los animales.
Prefiero unos pocos allegados a las malas compañías; pero deben saber ir y venir oportunamente.
La persona que tiene mucha alegría es necesariamente buena: pero tal vez no sea la más lista, aunque consigue precisamente aquello que la más lista trata de conseguir con toda su listeza.
Amo a aquel cuya alma es profunda aún en la herida.
Pues mi noción de la justicia es ésta: los hombres no son iguales.
El miedo ha favorecido mas el conocimiento general del ser humano que el amor, pues el miedo quiere adivinar quién es el otro, qué es lo que puede, qué es lo que quiere: equivocarse en eso constitu...
Ebrio placer es, para quien sufre, apartar la vista de su sufrimiento y perderse a sí mismo.
Solamente aquel que construye el futuro tiene derecho a juzgar el pasado.