Frases de friedrich nietzsche de amor. Encuentra docenas de frases de friedrich nietzsche de amor con fotos para copiar y compartir.
Hay siempre un poco de locura en el amor. Más también hay siempre un poco de razón en la locura.
En la venganza, como en el amor, la mujer es más bárbara que el hombre.
El amor y el odio no son ciegos, sino que están cegados por el fuego que llevan dentro.
Todo lo que se hace por amor, se hace más allá del bien y del mal.
Lo que me preocupa no es que me hayas mentido, sino que, de ahora en adelante, ya no podré creer en ti.
En el amor siempre hay algo de locura, mas en la locura siempre hay algo de razón.
Miradas todas del amor, instantes divinos, moristeis prematuramente.
Y muchas veces uno solo quiere saltar mediante el amor por encima de la envidia. Y muchas veces uno ataca, haciéndose un enemigo, para disimular que es atacable.
La verdad es que amamos la vida, no porque estemos acostumbrados a ella, sino porque estamos acostumbrados al amor.
Y si el río de mi amor se precipita por fragoso terreno, no importa, no hay río que no se abra paso tarde o temprano hacia el mar.
Qué sabe del amor quien no ha tenido que despreciar precisamente lo que más amaba.
Y es que nada hay tan difícil como cerrar por amor la mano abierta y avergonzarse de su generosidad.
En la mayoría de los casos aun continua siendo eficaz contra el amor el viejo remedio radical: el amor que responde al nuestro.
Lo que se hace por amor acontece siempre mas allá del bien y del mal.
El hecho de que el amor exija una posesi6n exclusiva lo sitúa a por debajo de la amistad; en esta es posible tener varios buenos amigos, los cuales, a su vez, pueden llegar a hacerse amigos entre si.
No es licito querer devolver y restituir lo que el amor da: en el mar del amor debe estar ahogado todo instinto de restituci6n.
Alguien dijo: "hay dos personas sobre las cuales nunca he reflexionado a fondo: es el testimonio de mi amor por ellas".
También Dios tiene su infierno: es su amor a los hombres.
El amor es el estado en el cual, la mayoría de las veces, el hombre ve las cosas como no son.
El amor no es consuelo. Es luz.
El amor es un estado en el que un hombre ve las cosas más decididamente de lo que realmente son.
Un par de anteojos de gran alcance a veces ha bastado para curar a una persona del amor.
Este es el más difícil de todos: para cerrar la mano abierta por amor, y mantenga modesto como un dador.
La espiritualización de la sensualidad se llama amor: es un gran triunfo sobre el cristianismo.
El amor es el estado en que el hombre ve más las cosas como no son.
Yo no os aconsejo el amor al prójimo. Lo que os aconsejo es el amor al más lejano.
Muchas breves tonterías: eso se llama entre vosotros amor. Y vuestro matrimonio pone fin a muchas breves tonterías en la forma de una única y prolongada estupidez.
A la mujer le gusta creer que el amor puede lograr cualquier cosa; es su superstición personal.
Nietzsche es alguien que solo se deja vencer por la verdad.
No necesariamente, no desea - no, el amor al poder es el demonio de los hombres. Que tengan todo - la salud, la alimentación, un lugar para vivir, entretenimiento - que son y siguen siendo triste y a...
El miedo al dolor, incluso a lo infinitamente pequeño en el dolor no puede acabar de otro modo que en una religión del amor...
Partidos del amor, dicha, tienen ilusión por su padre y la necesidad de su madre.
Vuestro amor al prójimo es vuestro mal amor a vosotros mismos.
Hasta en el cáliz del mejor amor encontraréis amargura
Si alguna vez deseasteis todo otra vez, todo eterno, todo entrelazado, trabado, entretejido por el amor, entonces amasteis el mundo.
Siempre que lo que se disputa en el juego no es ni el amor ni el odio, las mujeres juegan torpemente.
El amor a uno solo es una barbarie, pues se practica a costa de todos los demás. También el amor a Dios.
La existencia del superhombre comienza y concluye en el amor a nuestro destino, aceptación de uno mismo, convertido este destino en libertad por aceptación del propio destino.
En el amor se soporta más que en cualquier otro estado.
Los débiles y malogrados deben perecer: artículo primero de nuestro amor a los hombres. Y además se debe ayudarlos a perecer.