Frases contra la envidia ( 4 )
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Una excelente enseñanza para los que tienen envidia, es hacerles el bien.
La envidia es un alago para el triunfador.
El amor mira a través de un telescopio, mientras que la envidia lo hace a través de un microscopio.
La muerte abre la puerta de la fama y cierra tras de sí la de la envidia.
El envidioso puede morir, pero la envidia nunca.
La envidia va tan flaca y amarilla porque muerde y no come.
La indignación moral no es más que envidia con aureola.
La envidia, el más mezquino de los vicios, se arrastra por el suelo como una serpiente.
Si las íntimas preocupaciones de cada cual se leyeran escritas sobre su frente, !cuántos que causan envidia nos moverían lástima!.
Después de aquellos que ocupan los primeros puestos, no conozco a nadie tan desgraciado como quien los envidia.
Una demostración de envidia es un insulto a uno mismo.
La envidia y el odio van siempre unidos, se fortalecen recíprocamente por el hecho de perseguir el mismo objeto.
¡Oh envidia, raíz de infinitos males y carcoma de las virtudes!.
La envidia silenciosa crece en el silencio.
Quien no es envidiado, no es digno de serlo.
La envidia es el gusano roedor del mérito y de la gloria.
En cierto modo los celos son algo justo y razonable, puesto que tienden a conservar un bien que nos pertenece o que creemos que nos pertenece, mientras que la envidia es un furor que no puede tolerar ...
El tema de la envidia es muy español. Los españoles siempre están pensando en la envidia. Para decir que algo es bueno dicen: "Es envidiable".
Nuestra envidia dura siempre más que la dicha de aquellos que envidiamos.
La envidia es el adversario de los afortunados.
La ciencia debe comenzar con los mitos y con la crítica de los mitos.
Y muchas veces uno solo quiere saltar mediante el amor por encima de la envidia. Y muchas veces uno ataca, haciéndose un enemigo, para disimular que es atacable.
La envidia acorta la vida.
La envidia hace muecas, no se ríe.
A quien nada vale, no le envidia nadie.
Quien envidioso vive, desesperado muere.
Se parecen ellos a los exaltados; pero lo que los exalta no es su corazón, sino la venganza. Y cuando se vuelven finos y fríos no es su espíritu, sino la envidia.
Sed rígidos con vosotros mismos, pero condescendientes con los demás. De este modo os veréis libres de toda envidia y resentimiento.
Algunas caras, desde las próximas mesas, lo miran casi con envidia. Son las caras de las gentes que sonreían en paz, con beatitud, en esos instantes en que casi sin darse cuenta, llegan a no pensar ...
La vanidad puede estar unida con un bien natural, pero la envidia supone siempre perversidad en el corazón.
Pájaro preso, en tus ojos la envidia de los insectos.
Envidia, ni tenerla ni temerla.
Nadie es realmente digno de envidia.
