Mis días poco a poco se oscurecen, porque la luz que ilumina mi vida se aleja, oh Luz de mi vida vuelve para no estar en tinieblas.
No existe mejor momentos en los que solo existimos tu y yo, y las adversidades se quedan en el olvido.
Dios no nos juzga, ni castiga por la alegría con la que vivimos nuestros días de juventud, sino por los actos que realizamos durante ella.