Manos pálidas que amaba al lado del Shalimar, ¿dónde estás ahora? ¿Quién se encuentra debajo de tu hechizo?
Los hombres deben ser juzgados no por su tono de la piel, los dioses que sirven, la vendimia que beben, ni por su forma de luchar, o el amor, o el pecado sino por la calidad del pensamiento que piensa...
A menudo, la devoción a la virtud surge del deseo saciado.