Todo el mundo y todo lo que aparece en nuestra vida es un reflejo de algo que está sucediendo dentro de nosotros.
Culpa: castigar ante Dios no es así.
Nuestra historia no es nuestro destino.
La apreciación es la más alta forma de oración, ya que reconoce la presencia del bien donde quiera que brille la luz de sus pensamientos agradecidos.
Se necesita mucho coraje para liberar el conocido y aparentemente seguro, para abrazar lo nuevo. Pero no hay seguridad real en lo que ya no tiene sentido. Hay más seguridad en la aventurera y emocion...
Todo se alineará perfectamente al conocer y vivir la verdad es más importante que un buen aspecto.