Y yo sola con mis voces, y tú tanto estás del otro lado que te confundo conmigo.
Dice que no sabe
Dice que no sabe del miedo de la muerte del amor
Dice que tiene miedo de la muerte del amor
Dice que el amor es muerte es miedo
Dice que la muerte es miedo es amor dice que no s...
Y sobre todo mirar con inocencia. Como si no pasara nada, lo cual es cierto.
No quiero ir nada más que hasta el fondo.
Tú eliges el lugar de la herida en donde hablamos nuestro silencio. Tú haces de mi vida esta ceremonia demasiado pura.
Una mirada desde la alcantarilla puede ser una visión del mundo.
No es muda la muerte. Escucho el canto de los enlutados sellar las hendiduras del silencio. Escucho tu dulcísimo llanto florecer mi silencio gris.
Yo no se de pájaros, no conozco la historia del fuego. Pero creo que mi soledad debería tener alas.
Recibe este rostro mío, mudo, mendigo. Recibe este amor que te pido. Recibe lo que hay en mí que eres tú.
La rebelión consiste en mirar una rosa hasta pulverizarse los ojos.
Se ha dicho que el poeta es el gran terapeuta. En ese sentido, el quehacer poético implicaría exorcisar, conjurar y, además, reparar. Escribir un poema es reparar la herida fundamental, la desgarra...
¡Tanta vida Señor!/ ¿Para qué tanta vida?
No querer más vivir sin saber qué vive en lugar mío ni escribir si para herirme la vida toma formas tan extrañas.
Cuando a la casa del lenguaje se le vuela el tejado y las palabras no guarecen, yo hablo.
La soledad es no poder decirla.
Mi justificación ?ante nadie? es mi enfermedad. Si a alguien le rompen un tendón o un ligamento no lo acusan de «desarmonía física», no lo acusan porque llora y se lamenta. A mí me sucedió alg...
Necesito de toda mi inocencia, de toda mi maldad para sobrellevar mi desnudez ardiente.
Estado peligroso de fatiga, insomnio y palpitaciones cardíacas. Me siento muerta, mejor dicho, un peso muerto, algo enormemente pesado, no mi cuerpo sino esto que se llama yo. Hasta cuando me llaman ...
Tampoco creo en la moral: la moral es la gramática del deseo.
Suicidarse es perder la noción de la fatalidad y del destino. No tener más miedo de lo que todavía puede venir a hacerme doler y sufrir. Suicidarse es reconocer que lo peor está ocurriendo ahora. ...