Las injurias tienen una gran ventaja sobre los razonamientos: la de ser admitidas sin pruebas por una multitud de lectores.
Manda el que puede y obedece el que quiere.
Es de absoluta necesidad decir al abogado toda la verdad franca y claramente, no ocultarle las cosas ... para que él las enrede y embrolle sin pérdida de momento.
Haced el bien a cuantos más podáis, y os sucederá frecuentemente hallaros con caras que os infundan alegría.
Una de las alegrías de la amistad es saber en quien confiar un secreto.
Es menos malo agitarse en la duda que descansar en el error.
El hombre crece cuando se arrodilla.
No siempre lo posterior a un momento determinado significa progreso.
No existen deberes innobles.