Soñando...
Soñando,
tibia su lengua para mis pestañas que renacen.
Ilusoria blancura de los dientes al mártir contraluz
de su sangre y sus labios.
Subo...
Subo.
Bajo escalones.
Pero esta angustia atrancándoseme en la piel como una
cremallera rota,
tampoco cede al sudor.
Y ya todo el sueño es un inmenso garaje de copas vacÃas
que el agudo de s...
Desnudo En Sombra
Volverse a enamorar.
Besar una piel que sabe distinto,
no encontrar puntos de referencia
que indiquen el momento justo,
la caricia perfecta,
la mano compañera.
Retornar a un cuerpo ...
Quién Es Esta Sombra...
Quiénesestasombra
queaterrizalimpiamenteenmicuerpo
comounhalcón.
Sugarramefrenalasmuñecasylahuida.
Sualientodenieblavasajandodespacio,
lostersosyahorabermejosvisillosdemivie...
Leo Lo Que Escribà de Ti Y de MÃ...
Leo lo que escribà de ti y de mÃ
en esos dÃas de tanta lluvia,
con Bach y los naranjos
de contertulios ante el fuego
y los catarros, las pupas,
las mutuas manÃas,
...
En Un Banco...
En un banco,
meneando aburrida mis zapatos de bruja,
yo veÃa al invierno entrar y salir,
flirtear con el aire y sentarse finalmente a mi lado.
(Otro -pensé- que tampoco tiene nada que ...
Ernesto, Moreno de Luz...
Ernesto, moreno de luz y luna argentina,
cigarrillo entre los dedos,
sonrisa de ni ñ o en los naranjales del alba.
Ernesto, amigo fiel de espejos y cafés,
padre confidencia...
Usted Se Inmiscuye En Mi Bufanda...
Usted se inmiscuye en mi bufanda
desde una aurea blanquÃsima que me reverbera los labios.
No me muevo,
no fumo -quizá a su silencio le moleste esa arruga en la ni...
Antes...
Antes,
nunca hubo el silencio necesario entre abrazo y abrazo
para advertir el parpadeo de esta guillotina
que hoy,
al rozar por sorpresa mi nuca con sus manos de lejÃa
me ha puesto los ojos...
Anoche...
Anoche,
al abrir los ojos para apartarme de la boca un cabello,
la mirada que luego alcé
por encima del hombro de mi amante
-inexplicable reflejo--
tuvo que detenerse cuando ya iba a salir ...
Señor...
Señor,
usted no lo sabe
y sin embargo sus arrugas,
tersándome la mañana,
me han obligado a iniciar una huelga de novios
desde que lo conozco.
Y hoy
-mientras los dos nos mirábamos de reojo,...
Llama de Lluvia Maya
Estalla la poesÃa de tu piel, Juan, como la miel en un cedro
mojado; te veo y eres la luz, el brote oloroso que abre las
ventanas de un dÃa feliz.
Ya ves, aquà me tienes jugando ...
Señor, Si Usted Sabe...
Señor,
si usted sabe
que yo ahora estoy celosa
por lo que me ha dicho,
tenga al menos el detalle de no hacérmelo notar durante
la cena.
(Nunca en mi vida enrollé espaguetis c...
Volvemos A Comer Juntos...
Volvemos a comer juntos.
Este hombre cada dÃa más guapo y a ti te rebasan las orejas.
Qué importa.
Qué importa el poco tiempo que tienes para enamorarlo,
qué importa la so...
Veladamente...
Veladamente,
descorriendo pestillos,
ha llegado hasta mi cuarto
una pantera translúcida con la piel de diamante
que me morderá la nuca cuando menos lo espere.
Es el deseo.
Esto Va A Venirse Abajo...
Esto va a venirse abajo
de un momento a otro
y usted lo sabe.
El amor ya no es un templo griego
sino algo parecido a un desastre de lÃneas
oblicuas que aprisionan todo inte...
Nunca Mas Volviste
Nunca más volviste,
Daniel.
Desde entonces ya no hubo patio
ni baúles con especias,
ni la luz posó sus labios
en los membrillos del aparador.
Y en vez de tu cuerpo fue la fiebre,...
Deslumbramientos SombrÃos
Esta mañana, el helado y marchito sol de enero hizo estragos
en mis ojos.
Por él, vi con más intensidad a esa gitanilla en manga corta
que pedÃa junto al metro,
tuve plena c...