Los mercados cambian, los gustos cambian, por lo que las empresas y las personas que optan por competir en esos mercados deben cambiar.
Hay que correr el riesgo de fracaso en éxito. Lo importante no es hacer un solo error que pone en peligro el futuro.
Tienes que tener el corazón en el negocio y el negocio en su corazón.