Los únicos testigos que prueban el éxito de un especulador de Bolsa son sus herederos
Cuando dos profesionales de Bolsa se saludan, no se preguntan cómo están, sino a cómo se cotiza el dólar
En muchos casos, al profesional de Bolsa le está prohibido volver la vista para mirar las antiguas cotizaciones: podría pasarle como a la mujer de Lot