Si besan tu mano te puedes sentir muy bien, pero un brazalete de diamantes y zafiros es para siempre.
El destino sigue sucediendo.
En una ocasión presencié emociones más ardientes entre los hombres en un Rally 'Elks en Pasadena de lo que jamás podría haber sentido por el tipo de mujer a disposición de un alce.
El placer que no se pagó es tan insípido como todo lo demás que es gratis.