Frases de Arthur Miller ( 3 )
Cada hombre vale por lo que puede vender.
Te especializas en algo hasta que un día descubres que se están especializando en ti
El hombre debe configurar sus herramientas a su forma.
Hay ruedas moviendo ruedas en este pueblo, y fuegos nutriendo fuegos.
La estructura de una obra de teatro es siempre la historia de cómo los pájaros regresan a casa para sentar la cabeza
¡La liberarás...Cuando llegues a comprender que yo seré tu mujer única o no seré tu mujer!
Es ley equivocada la que te lleva al sacrificio. La vida, mujer, la vida es el más precioso don de Dios; ningún principio, por muy glorioso que sea, puede justificar que se la arrebate.
No puedo cocinar, no puedo cantar, no puedo hacer vestidos, entonces, a los muelles. Pero si pudiera cocinar, si pudiera cantar, si pudiera hacer vestidos, no estaría en los muelles. Estaría en otro...
Aunque se partan nuestros corazones, no podemos flaquear; éstos son tiempos nuevos, señor. Hay una oscura conspiración en marcha, tan sutil que seríamos criminales si fuéramos a aferramos a viejo...
Considero el teatro como un negocio serio, que hace o debería hacer al hombre más humano, es decir, menos solitario
La teología, señor, es una fortaleza; en una fortaleza, ninguna grieta puede considerarse pequeña.
¡Colgadlos bien alto sobre el pueblo! Quien llore por éstos, llora por la corrupción.
Eddie, soy abogado. Solo puedo tratar con lo puede probarse. ¿Entiende esto?.. ¿Puede probarlo?
Quiere vivir a través de algo, y en su caso, su obra maestra es su hijo. todos queremos eso, y se pone más conmovedora en cuanto tengamos más anónimo en este mundo.
No es tanto la formulación de una respuesta para el teatro o la obra, sino más bien la formulación más precisa del problema.
¿Por qué el final de las cosas es siempre tan irreal?
(..) En Sicilia, de donde vienen sus padres, la ley no es una idea agradable desde que los griegos fueron derrotados. Tiendo a advertir las ruinas en las cosas, quizás porque nací en Italia...
Me he preguntado si hay brujas en el mundo... Pero lo que no puedo creer es que las haya ahora, entre nosotros.
Llega un momento en que te das cuenta de que no es que te hayas especializado en algo, sino que algo se ha especializado en ti.
Es más fácil recuperar un millón de dólares robados que la honra, si la perdiste.