Me siento un constructor de Cataluña, un constructor de mi país, un constructor de la nación catalana
Para llegar a la presidencia de Cataluña, he cruzado Cataluña muchas veces. La he cruzado de levante a poniente, del norte al sur, la he pisado, la he conocido en fondo, la he respirada, la he tocad...
Me llamo Artur desde el año 2000, ya que soy libre para cambiar mi nombre.