Para hacer política justa y sana no basta conocer los hombres; es necesario también amarlos.
Triste es el hombre en el que nada queda de niño
El amor es como el agua, si algo no lo agita, se echa a perder.
La forma más segura de hacernos agradable la vida a nosotros mismos es hacérsela a los demás.
La realidad es un estallido que el arte sabe transformar en armonía.
Mayor experiencia tiene del mundo aquel que ha observado más que quien más ha vivido
Los deseos son como los peldaños de una escalera, que cuanto más subes, tanto menos contento te hallas.
Si quieres oír cantar a tu alma, haz el silencio a tu alrededor.
La ingenuidad es una fuerza que los astutos hacen mal en despreciar
Nunca será verdaderamente sabio quien no sepa ser algunas veces un poco loco.
La política es demasiado a menudo el arte de traicionar los intereses reales y legítimos, y de crear otros imaginarios e injustos.
Es bastante más fácil ser caritativo que justo
Para hacer cosas dignas de alabanza una de las condiciones más necesarias es no temer la censura.
El hombre vale lo que vale el concepto que tenga de la felicidad.
Nuestra vida vale lo que nos ha costado en esfuerzo.
Si quisieran hablar solamente de lo que entienden, los hombres apenas hablarían.
El amor es como el agua; si no hay algo que lo agite, se pudre
La perseverancia es la virtud por la cual todas las otras virtudes dan fruto.
No os fiéis del que de nada se fía.
Los deseos son como los peldaños de una escalera: cuanto más asciendes, menos seguro te encuentras