Frívola con arte y graciosa cual una muñeca, sin sensibilidad, su existencia entera la consagraba a mantener el prestigio de estar de moda, deslumbrando por el gusto artístico y exótico de sus ves...
El doctor Castel, era tan apasionado de su profesión, como un primitivo bate de las musas; para él la ciencia representaba lo que para un artista su arte.