Todas las religiones son obras humanas y, en el fondo, equivalentes; se elige entre ellas por razones de conveniencia personal o de circunstancias.
Cuatro cosas no pueden ser escondidas durante largo tiempo: la ciencia, la estupidez, la riqueza y la pobreza.
En la naturaleza nada hay superfluo.
La mujer no es más que el hombre imperfecto.
Quien habla de cosas que no le atañen, escucha cosas que no le gustan.