Entonces… ¿por qué temerle al miedo y al zarpazo
ambicioso de esas aves de rapiña
que solo transpira deshonra?
No!, la verdad que a mí, ya no me asusta el infierno
y mucho menos las carroña...
EMBOSCADA
De todas las que llegaron a tu boca
sé que yo, no fui la más callada.
Sin embargo, mis arterias
treparon silenciosamente osadas
emboscando tu corazón sin orquesta.
Y ahí me qued�...