Frases de Beatriz Villacañas
Inútil es buscar el final para el relato.
Palabra:
la eterna inacabada.
Qué nueva identidad me dio tu muerte, qué nuevo amor con el que hablo contigo, me dio un lenguaje libre de palabras y un infinito amigo.
¿Qué hay después del después? ¿Después del fuego?
Aunque sé que imagino lo que creo, seguramente creo que soñando Dios me contesta cuando no le veo. Si a Dios nunca he llegado preguntando, voy a crear para creer y creo. Voy a creer llegar a Dios cr...
Sabiamente, Juan Antonio Villacañas afirma que la poesía, antes que con la palabra, se hace con los ojos, y los ojos, la visión, son la metáfora por antonomasia del conocimiento. El poeta es el il...
La manzana, translúcida. Y el alma, más tangible que el cuerpo: el Paraíso.
Habito en un genoma más allá de la puerta de mis dedos. ¿O soy yo el infinito de lo pequeño inabarcable, la mariposa que sueña que es un poeta chino? Y que ahora expresa este deseo: que la vida m...
Se le perdió la luz a la palabra y ahora busca una mano para cruzar la calle cuando la eternidad alguna vez fue suya.
El Shannon no me mira, en Limerick la luz se ha vuelto ausente, pero sé que respira cuando inclino mi frente, que calla mucho más de lo que miente.
Cuando todo esté solo, libre de soledad, cuando el alma emprenda la aventura de la muerte.
La Poesía no explica el mundo, da fe de su misterio.
Todo es de noche hoy y el alma es un oscuro alimento que no puede comerse.
Que el tiempo se detenga en nuestra biografía.
¿Sabes ya de la herida del amor? de la que tanta dicha brota y brota tanto dolor.
Tú conjuras silencios, yo conjuro palabras intentando con ellas esquivar el infierno, que no está, como dicen, debajo de nosotros, sino que nos habita. Un estado mental en el que las estrellas se no...
Quizá los más auténticos poetas son los que huyen de llamarse poetas: ello va contra su propia finura espiritual y contra sus propios valores estéticos.
Una idea libando la flor del pensamiento.
El poeta verdadero es el que tiene la facultad de ver lo invisible en lo visible y de percibir el corazón sagrado de la carne y de las cosas.
¿Quién nos está soñando, quién nos sueña? ¿Quién impulsa los músculos del alma?
La vida con sus crías otras veces tiene cara de espejo: nada y todo. Tiene cara también de estar soñando un sueño más profundo que un agujero negro.