Detesto cuando pasa esto, tener un sueño y sentir que fue cierto aun cuando ya estás despierto.
Ríete en la tristeza, llora de alegría y no olvides que cada día que pasa se acorta tu vida.
La felicidad no la compra el dinero, ni las prostitutas más baratas venden su te quiero.
Al fin y al cabo ser feliz es lo que debo exigirte; si ya eres feliz sin mí no puedo contradecirte.
Se quiénes son falsos y aun así les doy la mano porque aunque me digan hippie en el fondo son hermanos.
Hay muchas cosas que quisiera, pero por el momento me conformo con rapear hasta que me muera.
Cuídese de la envidia mijo, me dijo mirándome a los ojos mi vieja, que descanse en paz.