El testimonio de las mujeres es ver lo de fuera desde dentro. Si hay una característica que pueda diferenciar el discurso de la mujer, es ese encuadre.
La soledad se admira y desea cuando no se sufre, pero la necesidad humana de compartir cosas es evidente.
El hombre es una multitud solitaria de gente, que busca la presencia física de los demás para imaginarse que todos estamos juntos.
La libertad es para soñarla.
Si algo he aprendido en la vida es a no perder el tiempo intentando cambiar el modo de ser del prójimo.
Mientras dure la vida, que no pare el cuento.
Los cuentos bonitos siempre hacen perder la noción del tiempo y, gracias a ellos, nos salvamos del agobio de lo práctico El Cuarto de Atrás.
Pocas novelas o películas se atrevían a ir más allá y a decirnos en qué se convertía aquel amor después de que los novios se juraban ante el altar amor eterno, y eso, la verdad, me daba mala espina.&q...
Le dijo de manera inesperada: no me dejes solo mucho tiempo.
He llegado a no verle a la vida más sentido que el de indagar su sentido, aun a sabiendas de que ninguna pista lleva a aclarar nada, fallando en la pesquisa una vez detrás de otra.
Las primeras palabras que escribió Sara en aquel cuaderno de tapas duras que le había dado su padre fueron río, luna y libertad, además de otras más raras que le salían por casualidad, a modo de traba...
Oye, dice ese chico que por qué no termino el bachillerato- dijo ella de pronto, mirándole en el espejo.
-¿Qué chico?
-Ese profesor.
-¿Y a él que le importa?
-No hombre, yo digo también lo...