Frases de caton el joven

Amargas son las raíces del estudio, pero los frutos son dulces

No pierdas el tiempo en discutir con los estúpidos y los charlatanes: la palabra la tienen todos, el buen juicio solo unos pocos

Haz el estúpido cuando las circunstancias lo pidan: fingirse estúpido en el momento oportuno es una gran sabiduría

No cesar nunca de aprender y actuar de modo que aumente siempre aquello que sabes: raramente la sabiduría es fruto solo de la vejez

El golpe esperado resulta menos duro

No hagas nunca las cosas por las que normalmente criticas a los otros: es vergonzoso ser retractados por las propias culpas

Intenta convencerte de que la muerte no debe ser temida: de hecho ésta, si no es un bien, es al menos el fin de todos los males

Los sabios aprenden más de los tontos que los tontos de los sabios

Qué hombre tan osado y tan cobarde al mismo tiempo el que contra uno solo, desarmado y desnudo, ha levantado tanta gente

Espíritu libre para decidir

¿Y nos admiramos cómo se ha perdido la república, viendo que la ambición del mando nos sigue hasta el borde del precipicio?

Evita aquello que excede la medida y recuerda acontentarte del después: es más segura la barca transportada por una corriente moderada

Obra vuestra ha de ser el desinflar a este hinchado y amoldarle a lo que conviene

Era propio de los mismos que causaban grandes males el hacerlos cesar

No temer a la muerte: es de estúpidos continuar perdiendo los placeres de la vida por miedo a la muerte

Se habla, ¡oh Catón!, y se murmura de tu silencio. Muy bien, como no se murmure de mi conducta, pues yo empezaré a hablar cuando no haya de decir nada que fuera mejor no haberlo dicho

En los momentos serenos acuérdate de temer siempre a la adversidad y en la adversidad acuérdate de tener esperanza siempre en cosas mejores

A quien sabes que lo necesita no vendas aquello que puedes darle gratis
Pues si alguno de vosotros, oh ciudadanos, hubiera dado crédito a lo que siempre estuve pronosticando y aconsejado, ni ahora temeríais a un hombre solo, ni en un hombre solo tendríamos nuestras esp...

Cuenta siempre los favores que recibes de los otros, pero calla los favores que haces tú a los otros