No puede ser bueno el que no sabe luchar y resistir
¿Los pobres serían lo que son, si nosotros fuéramos lo que debiéramos ser?
La sociedad paga muy caro el abandono en que deja a sus hijos, como todos los padres que no educan los suyos.
No se sabe la fuerza moral que pierde la exhortación a un desdichado cuando se la dirige el que es dichoso
No se pierde el tiempo que se emplea en procurar hacer el bien
La ley es la conciencia de la humanidad
La democracia, como la aristocracia, como todas las instituciones sociales, llama calumnias a las verdades que le dicen sus
El mejor homenaje que puede tributarse a las personas buenas es imitarlas
No hay animal tan manso que atado no se irrite
Hay como una amarga complacencia en sufrir una injusticia, que parece legitimar el odio
Si la honradez no fuera un deber, debería ser un cálculo
Casi siempre es injusticia la austera severidad, y la dulce caridad es casi siempre justicia
El bello ideal de la caridad es que no hay dolores; el de la beneficencia, que no se vean
Mal medio es de atraer a un hombre a la razón el tratarle como si no la tuviera
Desesperado de hacer la justicia fuerte, se pretende hacer la fuerza justa
Pocas cosas desmoralizan más que la injusticia hecha en nombre de la autoridad y de la ley.
El amor es para el niño como el sol para las flores; no le basta pan: necesita caricias para ser bueno y ser fuerte.
Odia el delito y compadece al delincuente
Mal halaga a su patria quien halaga sus faltas, en vez de señalarlas
Para el espíritu, como para el cuerpo, el que limita la acción menoscaba la energía