En mi frecuente paso por el Gobierno, he aprendido que la atención de los Ministros ha estado absorbida constantemente por Cataluña; cuando no era una cosa, era otra; huelgas, regionalismo, separati...
Fórmulas sencillas para resolver problemas complejos, no las conozco.
Los discursos sin contradictor en realidad no son discursos sino sermones; sermonear es más fácil que discutir, porque es sólo dogmatizar.