Por las venas de Cuba no corre sangre, sino fuego: melodioso fuego que derrite texturas y obstáculos, que impide la mesura y, muchas veces, la reflexión. Pero así somos, y ése es nuestro mayor enc...
Nuestra música es un símbolo, una señal de fuerza, un hilo de comunión con nuestro suelo, una esperanza... Y uno de los lenguajes secretos de Dios.
Un país es como una pintura. De lejos, se distingue mejor.
Los cubanos somos los marcianos de la Tierra, y sólo un extraterrestre puede entender lo que le pasa a otro.
Somos la imagen que otro refracta desde su corazón.