Se oscurece el sol al mediodía y enmudece la música del alba cuando hay tristeza en el corazón.
Los remordimientos suplen la justicia.
La vanidad es híja legítima y necesaría de la ignorancia; el hombre es un ciego que no sabe verse a sí mismo.
Los labios que tocan licor no deben tocar los míos.
La vanidad puede estar unida con un bien natural, pero la envidia supone siempre perversidad en el corazón.
Experiencia es el resultado de nuestras épocas en horas pasadas.
Solo el hombre que nada espera es verdaderamente libre.
La fortuna de los ricos, la gloria de los héroes, la majestad de los todo acaba en un aquí yace.
La dignidad comienza donde la jactancia acaba.
Los hombres creen que todos los hombres son mortales, menos ellos.
El choque de las opiniones contrarias hacen desaparecer los visos de la verdad.
El ambicioso es un esclavo de lo mucho que desea; el hombre libre es el que nada desea.
Gran parte del aprendizaje muestra cómo saben poco mortales; mucha riqueza, lo poco redacción disfrutar.
La vida es el desierto, la vida de la soledad, la muerte nos une a la gran mayoría.
La dilación es el ladrón del tiempo.
Las nubes pueden caer abajo títulos y propiedades, y la riqueza pueden buscarnos, pero la sabiduría se debe buscar.
Hay algo acerca de la poesía más allá de la lógica de la prosa, no hay misterio en ello, no se explica sino admirado.
Solo la virtud tiene la majestad de la muerte.
Amistad es el vino de la vida: pero la amistad nueva... no es ni fuerte ni puro.
El futuro... me parece que no es un sueño sino una unificado pastel de carne, mucho tiempo en el horno, nunca lo hizo.