La muerte será un adorno que pondré al legado de mi vida
Quien sabe no habla, quien habla no sabe
Aquí sigo viviendo bien sin mí. Aquí solo quiero estar contigo.
Como la primera vez, por última vez.
Sólo me tengo que reconciliar con los errores que volveré a cometer.
Y engañame un poco al menos, di que me quieres aún más.
La sinceridad, enemiga del ganador.
Ningún otro cielo en la tierra, cruzó la cara al sí y al no
Y no hay mal que por bien no venga, aunque el mal siempre quede fuera.
No puedes recordar que no debes olvidar.
No hace mucho que leí tu carta y sin fuerzas para contestar, mil pedazos al viento nos separan.
La fama es el opio del triunfador
No es bueno que un hombre pelee solo, estando tan loco, estando tan sobrio.
Tus costumbres se me pierden entre arrumacos de amabilidad.
Los astros no están más lejos que los hombres que trato.
Somos hojas en el viento, juntos mas alto subimos.
Ahora que padeces de insomnio, quisieras morir de siesta.
El músico que no tenga un sentimiento o una ideología que trasmitir, está en la profesión equivocada
Es mentira que el deseo siempre es verdad.
No hay retorno a la conciencia tras el desvarío del amor tempestuoso.