El movimiento veloz que agita el mundo no se oye sino andando.
La fe comienza donde termina el orgullo.
La ciencia no sirve sino para darnos una idea de cuan vasta es nuestra ignorancia.
Cuando pienso que un hombre juzga a otro, siento un gran estremecimiento.
El derecho y el deber son como las palmeras: no dan frutos si no crecen uno al lado del otro.