Aquí he venido a dar por accidente para afrontar la existencia y azar que lleva el náufrago de sus anhelos y la tempestad.
No vine a decir que sí ni a recordar lo que fui... ni a oir políticos que dicen que hablarán por mí; trato y trato y no recuerdo cuándo se los pedí; ni me parecen maneras de exigir mi elección ...
Es que me deleito tanto escuchándome inventarte en mi prisión es mi sueño preferido y no quisiera un día notar que este encuentro no me sucedió jamás.
Los días suceden a los días de hacer y yo pienso tantas veces no siento amar, soñar, tocar o andar si no pretendo que lo hago contigo.
Y ante éstas me he cuestionado si alguien se puede ganar que otro le niegue el derecho de volver a respirar. De que lo priven de todo, su futuro y sus recuerdos, por la ofensa imperdonable de que no ...
¿Hasta cuándo me puedo llamar ciudadano libre de un país del que he nacido orgulloso pero no vivo feliz?
Te he venido suponiendo en todos los días que me faltan, tal cual si pudiera verlos como son, solo quiero resumirte que al principio te pensaba y hoy contemplo en ti la costa a donde voy.
un amigo sería yo si te apoyara contra todo lo demás, a un amigo tu dicha le haría feliz aunque está te llevara lejos y te fueras más allá de donde yo te habría podido acompañar.
Ayer deje de guardarte canciones, hoy te propongo esta y me voy dejando, la puerta abierta para que a tu vuelta no dejes de entrar.
Un amigo te diría que todo marcha mientras se muerde los labios y por ti no extrañaría cada fin de año los días que no volverás.