Frases de Fiódor Dostoyevski

Si quieres ser respetado por los demás, lo mejor es respetarte a ti mismo. Solo por eso, solo por el propio respeto que te tengas inspirarás a los otros a respetarte.

Solo temo una cosa: no ser digno de mis sufrimientos.

Al hombre le gusta ver a su amigo humillado ante él; para la mayoría la amistad está basada en la humillación

Para la mujer, toda reforma, toda salvación de cualquier clase de ruina y toda renovación moral, está en el amor.

¡Ojalá el corazón se mantenga joven durante mucho tiempo!

No se sabe el camino por el cual llega a conocer la verdad un hombre celoso.

Pero contemplar, después de todo, no es amar

Si Dios ha muerto, todo está permitido

Las quejas representan el placer del que sufre, pues si no gozara no gemiría.
El presidiario sabe perfectamente que es un prisionero, que es un réprobo, y conoce la distancia que le separa de sus superiores; pero ni estigmas ni cadenas le harán olvidar que es un hombre.

Yo no puedo callar cuando el corazón me da gritos...

El hombre teme la muerte porque ama la vida.

Claro que las hormigas son distintas. Tienen una obra de ingeniería maravillosa y perdurable en la cual trabajar: el hormiguero.

El hombre con dinero es hombre en todos los sitios.

Es la muerte del salvador, lo que salva.

Si hay amor puede presidirse de la felicidad. La vida es buena, inclusive con penas

Hay una sola idea superior en la tierra: la de la inmortalidad del alma humana. Todas las demás ideas de las que puede vivir el hombre surgen de ella.

¿Cuándo... cuándo en el curso de estos miles de años un hombre ha actuado en consecuencia de sus propios intereses?
Es muy fácil vivir haciendo el tonto. De haberlo sabido antes me habría declarado idiota desde mi juventud, y puede que a estas fechas hasta fuera más inteligente. Pero quise tener ingenio demasiad...

Un momento de dicha, ¿no es bastante para una vida entera?