La experiencia nunca puede ser compartida. Se sirve en envases individuales.
Olvida lo que no eres y recordarás lo que siempre has sido: alguien fuera de este mundo.
La pluma en la derecha.
El corazón a la izquierda.
Y tú por todas partes.
Me gustaría mucho que vinieras, ya que, aunque seas huraño, formas parte de mi paisaje cotidiano. Me he acostumbrado a encontrarte cada mañana en tu pupitre, dormido o haciendo garabatos sobre tu c...
No hay tiempo para el presente. Vamos del
pasado al futuro, que nuevamente se vuelve pasado: ¡ así es la vida!