El cristianismo ofrece una respuesta unificada para toda la vida.
He llegado a la conclusión de que ninguno de nosotros en nuestra generación se siente tan culpable por el pecado como es debido o como lo hicieron nuestros antepasados.
De paso, debemos notar la curiosa marca de nuestra época: el único absoluto permitido es la insistencia absoluta de que no hay absolutos.
El cristianismo es el mayor sistema intelectual de la mente del hombre ha tocado.
Yo creo que el secularismo pluralista, en el largo plazo, es un veneno más letal que la persecución directa.
La zona interior es el primer lugar de la pérdida de la verdadera vida cristiana, de la verdadera espiritualidad, y el acto pecaminoso externo es el resultado.
Ortodoxia bíblica sin compasión es sin duda la cosa más fea del mundo.