La satisfacción es la muerte.
El odio es la venganza de un cobarde intimidado.
El sufrimiento más intolerable es el que produce la prolongación del placer más intenso.
La peor clase es la que consta de un solo hombre.
Dichoso es aquel que mantiene una profesión que coincide con su afición.
El infierno está lleno de músicos aficionados.
Ella había perdido el arte de la conversación, pero no la capacidad de hablar.
En este mundo, cuando alguien tiene algo que decir, la dificultad no está en conseguir que lo diga, sino que lo repita a menudo.
Suspendí mi educación cuando tuve que ir al colegio.
Siempre hay peligro para aquellos que lo temen.
Un chisme es como una avispa; si no puedes matarla al primer golpe, mejor no te metas con ella.
El miedo puede llevar a los hombres a cualquier extremo.
Cuando un hombre quiere matar a un tigre, lo llama deporte; cuando es el tigre quien quiere matarle a él, lo llama ferocidad.
El hogar es la prisión de la doncella y el taller de la mujer.
Cuando un hombre estúpido hace algo que le avergüenza, siempre dice que cumple con su deber.
No se porque no iba a haber una máquina que escribiese cartas de amor. ¿Acaso no son todas iguales?
Enamorarse es exagerar enormemente la diferencia entre una mujer y otra.
La risa es la distancia más corta entre dos
Del mismo modo que no tenemos derecho a consumir riqueza sin producirla, tampoco lo tenemos a consumir felicidad sin producirla.
La ciencia siempre se equivoca. Nunca resuelve un problema sin crear otros diez.