Nunca olvides qué eres, porque, desde luego, el mundo no lo va a olvidar. Conviértelo en tu mejor arma, así nunca será tu punto débil. Úsalo como armadura y nadie podrá utilizarlo para herirte.
Una mente necesita de los libros igual que una espada de una piedra de amolar, para conservar el filo.
El veneno es arma de cobardes.
Hasta un niño feo y deforme puede mirar el mundo desde arriba si va a lomos de un dragón.