El hombre que tiene suficiente poder sobre sí mismo que esperar a que su naturaleza ha recuperado su equilibrio aún es el hombre verdaderamente sabio, pero estos seres rara vez se reunió con.
De ahí, supongo, mi disposición natural para hacer nuevas amistades, y romper con ellos tan fácilmente, aunque siempre por una buena razón, y no por la mera veleidad.
Por recordando los placeres que he tenido anteriormente, renuevo ellos, los disfruto por segunda vez, mientras me río de los recuerdos de los problemas ya pasados, y que ya no me siento.
La economía en terminos de placer no es de mi gusto.
He tenido, sucesivamente, todos los temperamentos: el colérico en mi infancia, el sanguíneo en la juventud; más tarde, el bilioso, y, por fin, el melancólico, que, probablemente, no me abandonará...
Aprendí muy pronto que nuestra salud está siempre afectada por algún exceso ya sea de alimentos o la abstinencia, y nunca tuve ningún médico, excepto yo.
El español convierte en cuestión de honra el más mínimo desliz de la mujer que le pertenece. Las intrigas de amor son en extremo misteriosas y llenas, según me dijeron, de peligros.
El pensamiento del hombre, que no consiste más que en las comparaciones que se hacen para examinar las sensaciones, no puede preceder a la existencia de la memoria.
Que no se me censure si, a veces, parece que pinto ciertas escenas de amor con demasiado detalle, a no ser que me juzgue mal pintor, ya que no se podría reprochar a mi ánimo gastado el que no sepa y...
El tiempo que se da para el disfrute nunca es perdido
En cuanto al engaño perpetrado sobre las mujeres, lo dejó pasar, porque cuando el amor está en el camino, los hombres y mujeres como una víctima regla general sí.
Por lo que toca a las mujeres, se trata de engaños recíprocos que no entran en la cuenta, porque cuando el amor se mete por medio, es cosa común que los unos engañen a los otros.
El amor es una especie de locura, que me gusta, pero una locura más de la filosofía que es totalmente impotente, es una enfermedad a la que está expuesta la humanidad en todo momento, no importa a ...
Estaba locamente enamorado de ella pero nunca se lo dije, siempre me arrepenti de no haberselo dicho pero, si lo hubiera hecho, no hubiera gozado de ciertos favores.
Ante la obligación de decir también algo sobre mi carácter y mi temperamento, el más indulgente de mis lectores no será ni el menos sincero ni el más falto de ingenio.
He sido toda mi vida una víctima de mis sentidos.
La doctrina de los estoicos y de cualquier otra secta sobre la fuerza del sino es una quimera de la imaginación que se debe al ateísmo. Yo soy no solo monoteísta, sino cristiano fortificado por la ...
La divisa que he adoptado justifica mis digresiones y los comentarios que hago, tal vez con demasiada frecuencia; sobre mis hazañas de todo tipo.
Si se me califica de sensual, se cometerá una equivocación, porque la fuerza de mis sentidos nunca me ha hecho descuidar mis deberes cuando los he tenido.
Mi ocupación principal fue siempre cultivar el goce de mis sentidos; nunca tuve otra más importante.