La vejez es el mal supremo, ya que priva al hombre de todos los placeres al mismo tiempo a sus apetitos se mantengan, y que trae consigo cada dolor posible. Sin embargo, los hombres temen a la muerte ...
La gentileza de morir comprende
Volvió a mi mente el día que la batalla / de amor sentí por primera vez, y dije: / ¡ay de mí, si esto es amor, como atormenta!
Los niños hallan el todo en la nada; los hombres, la nada en el todo.
Misántropos reales no se encuentran en soledad, sino en el mundo, ya que es la experiencia de la vida, y no la filosofía, que produce verdadero odio de la humanidad.
En todos los climas, bajo todos los cielos, la felicidad siempre está en otra parte.
La muerte no es malo, ya que libera al hombre de todos los males y se lleva sus deseos, junto con las recompensas del deseo.
El que tiene el valor de reír es dueño del mundo.
Los hombres no son miserables por necesidad, pero están resueltos a creerse miserables por accidente.
Yo no llamo malvado propiamente al que peca, sino al que peca sin remordimiento.
El abuso y la desobediencia a la ley, no puede ser impedida por ninguna ley.
No existe desgracia humana que no pueda aumentar; en cambio, tiene un término eso que se llama felicidad
El mundo se parece a las mujeres; nada se obtiene de él con mansedumbre y con apocamiento.
En la conversación o cualquier otro coloquio sucede inevitablemente que el placer de unos y el aburrimiento de otros han de compensarse mutuamente; siendo mucha suerte poder mantener ese equilibrio.
La sinceridad puede agradar cuando es usada con arte o cuando, por su rareza, no logra crédito
El arte nunca puede igualar la riqueza de la naturaleza.
Cada hora la vida te hiere; la última te mata.
La astucia, que es parte del ingenio, se usa muchas veces para suplir la escasez de éste.
Pedir que una poesía sea razonable es como esperar que una bestia sea razonable.
No es suficiente que el escritor sea dueño de su estilo. Es importante que el estilo sea dueño de las cosas.