Frases de Gustave Flaubert ( 8 )

Cuanto más avanza la humanidad, más se degrada.

Ella no le confesó que había estado enamorada de otro, ni él le dijo que había llegado a olvidarla.

Soy el hermano en Dios en todo lo viviente, de la jirafa y del cocodrilo tanto como del hombre, y conciudadano de todos los inquilinos del gran caserón amueblado que es el Universo.

Uno no siempre debe creer que el sentimiento es todo. En las artes, no es nada sin forma.

Cuando entré en tu casa me pareció volver de nuevo al pasado, a uno de esos hermosos crepúsculos tristes del año 1843, cuando aspiraba el aire desde mi ventana, lleno de tedio y con la muerte en e...

El hombre con todo su genio y todo su arte, no es más que un miserable imitador de algo más elevado.
La faceta ridícula que veo en el amor siempre me impidió entregarme a él. He deseado, en ocasiones, seducir a una mujer, pero con solo pensar en el aspecto extraño que en esos momentos debía de t...

¿Qué es la gloria? Conseguir que se digan muchas majaderías a cuenta de un hombre.

El lenguaje humano es como una olla vieja sobre la cual marcamos toscos ritmos para que bailen los osos, mientras al mismo tiempo anhelamos producir una música que derrita las estrellas.

León repuso con viveza que casi nadie es capaz de comprender a los seres que tienden hacia un ideal.

He vivido fuera de todo movimiento, de toda acción, sin hacer nada por la gloria, el placer, la ciencia o el dinero.

Ser tonto, egoísta y tener buena salud, son las tres condiciones requeridas para ser feliz.

Vivimos en un mundo donde los hombres se visten con trajes ya confeccionados. Peor para ti si tienes demasiada talla

Ama el arte. De todas las mentiras es, cuando menos, la menos falaz.

Nuestra ignorancia de la historia nos lleva a calumniar a nuestros propios tiempos.

Que cada uno se contente con ser honesto, quiero decir con cumplir su deber y no fastidiar al prójimo, y entonces todas las utopías virtuosas se verán rápidamente rebasadas.

Quisiera escribir palabras que te hicieran llorar de admiración.
A veces tengo grandes hastíos, grandes vacíos, dudas que se ríen en mi cara, en medio de mis satisfacciones más ingenuas. Pues bien: no cambiaré todo eso por nada, pues me parece, en conciencia, ...

Cuando los dioses ya no existían y Cristo no había aparecido aún, hubo un momento único, desde Cicerón hasta Marco Aurelio, en que solo estuvo el hombre.
No estoy con nadie, en ningún sitio, no soy de mi país y puede que tampoco del mundo. Aunque muchos me rodeen, sigo estando solo; por eso los huecos que dejó la muerte en mi vida no aportaron a mi ...