Frases de Henrik Ibsen ( 2 )
No hay cuesta, por pedregosa que sea, que no puedan subirla dos juntos.
EL ALCALDE: Como empleado, digo. Como simple particular, sí, sin duda. Pero, como subordinado de la dirección del balneario, no puedes tener otra opinión que la de tus jefes.
¡Hombre! Entender, entender... ¿A qué llama usted entender? Oiga: la sociedad es como un navío, y cada cual tiene que participar en la dirección del timón, según sus fuerzas.
Estamos en vísperas de Navidad, y de usted depende que estas Navidades le traigan alegrías o penas.
Nora: Tengo otros deberes que no son menos sagrados... Mis deberes para conmigo misma.
Pero he visto innumerables matrimonios del género opuesto. Y he tenido ocasión de comprobar de cerca el daño que esa clase de uniones puede causar a una pareja de seres humanos.
La mejor venganza es el desdén
La verdad es, ve usted, que el hombre más poderoso del mundo es el hombre que permanece más solitario.
Doctor Stockmann: Pero yo tengo la razón.
Señora Stockmann: Tomás, tu hermano tiene el poder.
Quita a un hombre corriente las ilusiones de su vida y le quitarás también la felicidad
EL ALCALDE: Como empleado del establecimiento, no tienes derecho a una opinión individual.
El espíritu de verdad y el espíritu de la libertad - estos son los pilares de la sociedad.
Tenemos que aprender a nuestra propia costa, para poder aprovecharnos del pasado
El hombre más fuerte es el que resiste la soledad
En aquel momento me pareció que había vivido ocho años en esta casa con un extraño, y que había tenido tres hijos con él...
EL ALCALDE: ¡Bah! El pueblo no necesita ideas nuevas. El pueblo está mejor servido con las ideas viejas y buenas que le son familiares ya.
Como has cometido la imprudencia de confiar a personas ajenas este asunto, que era un secreto exclusivo de la dirección, ya no es posible ocultarlo. Circularán toda clase de rumores que las malas le...
Durante cierto tiempo puede uno estar alegre interiormente, pero a la larga la alegría deben compartirla dos
Si lo dieses todo, menos la vida, has de saber que no has dado nada