Ahora mismo estoy tan viejo que si tuviera un gran chorro de dinero, no sé lo que haría con él. No viajo más. Yo no necesito nada, no quiero nada. Yo le daría a mi hijo, supongo, y dejo que lo di...
Luego hubo Clark Ashton Smith, quien escribió para Weird Tales y que tenía una imaginación salvaje. Él no era un escritor muy talentoso, pero su imaginación era maravilloso.