El ministerio de economía debería llamarse ministerio de la miseria, ya que al ministerio de la guerra no se le llama nunca ministerio de la paz.
Nunca es tarde para no hacer nada.
Incluso si la felicidad se olvida un poco de usted, nunca se olvida completamente.
Demonios y maravillas, vientos y mareas. A lo lejos ya el mar se ha retirado. Y tú, como un alga dulcemente acariciada por el viento, en las arenas del viento te agitas entre sueños.
Millones y millones de años y todavía no tengo suficiente tiempo para describir ese pequeño instante de eternidad en que colocas tus brazos alrededor mío y yo coloco mis brazos alrededor tuyo.
No son seis o siete las maravillas del mundo. No hay más de una: el amor.
Incluso si la felicidad que se olvida un poco, no olvide por completo de ella.
Una naranja sobre la mesa, su vestido en la alfombra, y en mi cama, dulce presente del presente, fresco de la noche, el calor de mi vida.
Se marchó bajo la lluvia. Sin decir palabra. Sin mirarme. Y me cubrí la cara con las manos. Y lloré.